El término Cónclave remite hoy al proceso formal para elegir a un nuevo pontífice, pero ¿cómo surgió la figura del papa? Según la tradición de la Iglesia Católica, el primer papa de la historia fue San Pedro, uno de los doce apóstoles de Jesús.
Su designación no ocurrió en una votación secreta ni entre cardenales, sino directamente por mandato de Cristo. El Evangelio de Mateo (16:18) es clave en esta creencia: "Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia."
A diferencia de los modernos cónclaves en la Capilla Sixtina, la elección de Pedro fue espiritual y simbólica. La Iglesia Católica sostiene que Jesús le confió el liderazgo del naciente cristianismo y que Pedro se trasladó a Roma, donde ejerció como primer obispo. Este rol, con el tiempo, se consolidó como el del papa, máxima autoridad del Vaticano y sucesor directo de Pedro.
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¿Existió un Cónclave para elegir a San Pedro?
No. En tiempos del Imperio Romano, el cristianismo apenas comenzaba a organizarse. No había cardenales ni procedimientos establecidos. La elección de San Pedro fue una designación divina, no una votación humana.
Sin embargo, su figura es tan influyente que todos los papas posteriores son considerados sus sucesores, lo que fundamenta la continuidad apostólica de la Iglesia.
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El Anuario Pontificio del Vaticano ubica a San Pedro como el primer pontífice, con un papado que habría comenzado alrededor del año 33 d.C. y finalizado con su martirio en Roma.
Estatua De San Pedro En La Plaza De San Pedro En La Ciudad Del Vaticano, Roma, Italia / Pexels
Hoy, aunque los papas son elegidos mediante un Cónclave formal, la figura de Pedro sigue presente como pilar espiritual de la Iglesia Católica y primer eslabón de una tradición milenaria.