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Este martes se confirmó la muerte de Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, a los 89 años. El político, una figura icónica de la izquierda latinoamericana, perdió la vida tras una larga batalla contra el cáncer de esófago. Su historia y legado lo convirtieron en una referencia mundial por su forma distinta de ejercer el poder.
Pepe Mujica dejó huella no solo como jefe de Estado, sino también por su trayectoria personal y política, marcada por la lucha social, la sencillez y la congruencia.
10 datos de Pepe Mujica
Aquí te contamos algunos datos que probablemente no conocías sobre él:
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- Pasado guerrillero: antes de entrar a la política formal, participó en el Movimiento Tupamaros, una guerrilla urbana que combatió a la dictadura uruguaya.
- Estilo austero al gobernar: durante su presidencia (2010-2015), vivió en su modesta granja y rechazó los lujos del poder, lo que lo llevó a ser llamado "el presidente más humilde del mundo".
- Salario donado: decidió entregar el 90 % de su sueldo presidencial a organizaciones benéficas.
- Vida rural: nunca abandonó su pasión por el campo; cultivaba flores y criaba animales en su pequeña finca de Rincón del Cerro.
- Amor y política: compartió su vida con Lucía Topolansky, exsenadora uruguaya y compañera de lucha desde sus años en la militancia.
- Legalización del cannabis: impulsó una de las reformas más discutidas del continente al legalizar la marihuana en Uruguay.
- Crítico del consumismo: en múltiples foros internacionales defendió la simplicidad como forma de vida y cuestionó el modelo económico global.
- Reconocimiento mundial: en 2013, la revista The Economist eligió a Uruguay como "país del año", destacando su liderazgo.
- Premios y homenajes: fue galardonado en distintas partes del mundo por su trabajo en derechos humanos y democracia.
- Inspiración global: más allá de la política, su filosofía de vida sigue siendo una fuente de reflexión para nuevas generaciones.
Aunque Pepe Mujica ya no está físicamente, su legado de honestidad, coherencia y defensa de la justicia social seguirá vivo en quienes creen en una forma distinta de hacer política.