La salud del papa Francisco vuelve a generar atención este lunes 7 de abril, tras reaparecer en público este domingo en la Plaza de San Pedro, luego de semanas de convalecencia y hospitalización por problemas respiratorios.
Aunque fue una aparición breve y controlada, su presencia frente a los fieles sorprendió al mundo católico.
Francisco fue llevado en silla de ruedas y con oxígeno asistido, lo que evidencia su delicado estado. Saludó brevemente a los asistentes de la misa del Jubileo de los Enfermos, a quienes dedicó un mensaje corto pero emotivo.
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“Buen domingo a todos. Muchas gracias”. Esta ceremonia, parte del Año Santo, fue especialmente simbólica considerando su reciente enfermedad.
El Papa, de 88 años, fue hospitalizado el 14 de febrero por una neumonía bilateral que puso en riesgo su vida. Salió el 23 de marzo, pero desde entonces había permanecido aislado en su residencia del Vaticano, donde continuó sus labores, aunque delegó las misas y homilías a otros clérigos.
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Emoción en el Vaticano
La inesperada aparición del Papa provocó una fuerte reacción entre los fieles, que lo recibieron entre aplausos y gritos de “¡viva el papa!”. Sin embargo, no ofreció un mensaje largo ni saludó personalmente, siguiendo las recomendaciones médicas de reposo.
Al terminar la misa, una mujer leyó en su nombre un mensaje en el que agradecía las oraciones recibidas y compartía su cercanía con los enfermos. “No es fácil”, escribió, destacando que “compartir el dolor nos hace más humanos”.
En su mensaje dominical, el Papa pidió mejoras en los sistemas de salud y respeto a sus trabajadores. También pidió más recursos para garantizar atención médica digna a los más pobres y frágiles.
Aunque el Vaticano no lo ha confirmado, hay dudas sobre su participación en las misas de Pascua, una de las celebraciones más importantes. Por ahora, el papa Francisco, pese a su estado de salud, sigue activo desde su residencia, retomando actividades poco a poco este 7 de abril.