En febrero de 2016, México vivió una de las visitas papales más simbólicas y significativas de su historia. El Papa Francisco eligió al país como destino de una gira internacional que no solo fortaleció la fe católica, sino que también sacudió conciencias más allá del ámbito religioso.
Su presencia dejó una profunda huella en la sociedad mexicana, en un momento en el que el país enfrentaba desafíos políticos, sociales y económicos.
¿Qué lugares de México visitó?
Del 12 al 17 de febrero, el pontífice recorrió distintos puntos del país, incluyendo la Ciudad de México, el Estado de México, Chiapas, Michoacán y Chihuahua. Su mensaje, cargado de empatía y firmeza, se centró en la justicia social, el respeto por la dignidad humana y el rechazo a la violencia, la corrupción y la desigualdad.
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Previo a su llegada a territorio mexicano, el Papa hizo una escala en La Habana, Cuba, donde protagonizó el encuentro con el Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Rusa, Kirill.
¿Cuál fue le motivo de las visitas del Papa Francisco en estos lugares?
Una vez en México, cada una de sus paradas fue cuidadosamente elegida por su simbolismo. En Ecatepec, uno de los municipios con mayor desigualdad, celebró una misa multitudinaria donde denunció la indiferencia frente al sufrimiento ajeno. En Chiapas, se encontró con comunidades indígenas, reivindicando su identidad y su papel dentro de la Iglesia. En Morelia, envió un mensaje especial a los jóvenes, alentándolos a no ceder ante la violencia ni perder la esperanza.
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Uno de los momentos más emotivos ocurrió en Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos. Allí, el Papa Francisco se dirigió a los migrantes, reconociendo su sufrimiento y condenando las condiciones de exclusión y peligro que enfrentan. “Ningún ser humano es ilegal”, dijo, destacando la urgencia de una respuesta humanitaria frente a la crisis migratoria. También criticó la cultura del descarte, la que excluye a los más vulnerables, e instó a los gobiernos a trabajar por una verdadera justicia social.
Durante toda su estadía, el Papa también abordó temas globales como el cambio climático, la pobreza extrema y la necesidad de construir sociedades más inclusivas. Sus palabras fueron un llamado a dejar de mirar hacia otro lado y a actuar con compasión y responsabilidad.
Así, la visita de Papa Francisco a México no solo fue un evento religioso; fue una jornada de reflexión nacional. Su mensaje sigue vigente: una sociedad justa solo es posible si se construye desde la verdad, la solidaridad y el respeto a la dignidad humana.
