Recientemente se ha encendido una preocupación muy real: ¿podría haber escasez de gasolina tras el cierre de suministro en la frontera con Texas?
Aunque aún no estamos viendo largas filas en las estaciones de servicio, muchos ya comienzan a preguntarse si este freno al flujo de combustible podría desatar una crisis de desabasto, especialmente en estados del norte y centro del país.
¿Qué está pasando con el petróleo en Texas?
Todo comenzó con una serie de inspecciones más estrictas por parte del gobierno mexicano en los cruces fronterizos. El objetivo: frenar el contrabando de combustibles. Esto llevó a la suspensión temporal de permisos a ciertas empresas importadoras, como Valero Energy, una firma estadounidense con fuerte presencia en el mercado mexicano.
Te podría interesar
Aunque ellos aseguran que sus permisos siguen vigentes hasta 2038, el SAT determinó suspender sus operaciones hasta que se aclare la situación documental. Mientras tanto, las importaciones por tren y barco siguen en funcionamiento, pero el transporte terrestre, que es clave para muchas zonas del país, está parcialmente detenido.
Y si bien eso no significa que se vaya a acabar la gasolina mañana, sí podría generar cuellos de botella en la distribución. El asunto toma más fuerza cuando vemos el panorama internacional. Estados Unidos acaba de imponer nuevas sanciones para frenar las exportaciones de petróleo iraní, lo cual ya impactó en el precio del crudo.
Te podría interesar
El barril de petróleo WTI subió casi un 2 por ciento, situándose en los 62.47 dólares. A eso se suma el anuncio de la OPEP+ sobre recortes de producción en países como Arabia Saudita e Irak, lo que podría generar aún más presión en los precios.
Por si fuera poco, los inventarios de gasolina en Estados Unidos también están disminuyendo. La última actualización de la Agencia de Información de Energía reportó una caída de 1.6 millones de barriles. En otras palabras: menos gasolina disponible, precios en alza y una frontera complicada.
Entonces, ¿podría haber escasez de gasolina tras el cierre de suministro en la frontera con Texas? La respuesta corta es: aún no, pero sí hay señales de alerta. Si la suspensión terrestre se prolonga y las autoridades no dan una solución clara, es muy posible que algunas regiones empiecen a sentir los efectos.
Con información de EFE y Reuters.
