La tensión comercial entre Estados Unidos y China ha vuelto a escalar. Esta vez, el gigante asiático denunció que algunas de sus exportaciones hacia el mercado estadounidense ahora enfrentan aranceles que podrían alcanzar hasta el 245 por ciento.
Según el Ministerio de Comercio chino, esta medida muestra cómo Washington sigue utilizando la guerra arancelaria de manera desproporcionada y sin justificación.
Los nuevos gravámenes son resultado de una investigación estadounidense relacionada con minerales estratégicos, amparada en la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962.
Te podría interesar
China, a través de su Ministerio de Comercio, señaló que estas sanciones son parte de un enfoque irracional que se ha vuelto común en la política comercial de Estados Unidos.
China promete respuesta a aranceles
Desde Pekín se advirtió que estas decisiones no serán ignoradas. El gobierno chino ya analiza posibles respuestas si considera que los intereses del país están siendo vulnerados.
Te podría interesar
"Responderemos con firmeza si Estados Unidos continúa por este camino", declaró un vocero oficial.
El conflicto se reavivó tras recientes declaraciones de funcionarios estadounidenses, quienes aseguraron que ahora es responsabilidad de China “dar el primer paso” para llegar a un nuevo acuerdo comercial.
En respuesta, el Ministerio de Exteriores chino sostuvo que Estados Unidos fue quien inició esta guerra de aranceles y que las amenazas no son una vía válida para el diálogo.
Los aranceles de EU
En paralelo, Estados Unidos anunció que dejará sin sanción a algunos productos tecnológicos chinos por ahora, aunque sí se implementarán medidas específicos para componentes clave como los semiconductores.
En otro movimiento relevante, Pekín nombró a Li Chenggang como su nuevo representante para las negociaciones comerciales con Washington, en reemplazo de Wang Shouwen, quien había participado en las charlas durante la primera administración de Donald Trump.
La disputa de aranceles entre Estados Unidos y China parece lejos de terminar, y los cambios recientes solo refuerzan la idea de que ambas potencias se preparan para una nueva etapa de confrontación económica. / Con información de EFE