La salud del papa Francisco sigue siendo un tema de gran interés a nivel mundial, especialmente después de que fuera hospitalizado en Roma hace más de 20 días debido a una bronquitis severa. Sin embargo, su deterioro físico ha sido evidente en los últimos años, llevándolo a depender de una silla de ruedas para cumplir con sus compromisos.
Aunque gran parte de la información médica del sumo pontífice es pública, muchos feligreses desconocen la causa exacta del deterioro de su movilidad. Fue en mayo de 2022, cuando el papa Francisco apareció por primera vez en silla de ruedas debido a intensos dolores en su rodilla derecha, provocados por un ligamento roto y la artrosis, una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones.
Esta condición le ha impedido participar en eventos clave de la Iglesia Católica y actividades de carácter político, como el funeral de la reina Isabel II, en septiembre de 2022.
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Foto: EFE
Para mitigar el dolor, su equipo médico ha recurrido a infiltraciones de rodilla, un procedimiento que consiste en inyectar medicamentos directamente en la articulación para reducir la inflamación y el malestar. Cabe señalar que pese a que especialistas le han sugerido que una cirugía podría ser la solución definitiva para aliviar sus molestias, el pontífice, de 88 años, ha optado por no someterse a dicha intervención.
¿Qué otras afecciones han marcado la salud del papa Francisco?
Jorge Mario Bergoglio, nombre de nacimiento del papa, ha enfrentado diversos problemas de salud graves a lo largo de su vida. Uno de los primeros ocurrió en 1957, cuando a los 21 años sufrió neumonía, lo que derivó en la extirpación del lóbulo superior de uno de sus pulmones.
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Otra enfermedad significativa fue la diverticulitis, una afección que provoca inflamación o infección en el colon, razón por la que en el 2021, Francisco fue sometido a una cirugía para extirpar una parte de su colon.
Foto: EFE
En 2023, el papa volvió al quirófano para una operación abdominal causada por una hernia incisional lacerada.
Finalmente, el pasado 14 de febrero de 2025, el papa Francisco fue llevado al hospital Gemelli de Roma, tras sufrir una bronquitis con infección polimicrobiana, que posteriormente derivó en una neumonía bilateral. Su condición médica sigue siendo reservada.