El reciente terremoto de magnitud 7.7 en Birmania (Myanmar) ha dejado una devastación sin precedentes, con al menos mil 700 muertos y miles de desaparecidos. Uno de los salvadores dentro de este desastre natural es Nari, el perrito que salva y rescata a sobrevivientes en Tailandia.
La magnitud de la catástrofe ha provocado una urgente respuesta internacional, con rescatistas de diversos países trabajando contrarreloj para encontrar sobrevivientes entre los escombros.

Nari al rescate
Una de las historias más conmovedoras dentro de esta tragedia es la de Nari, un perro K9 del equipo de USAR Tailandia, que ha sido clave en las tareas de rescate. Este valiente canino encontró recientemente a un gato negro atrapado bajo los escombros de un edificio colapsado en Bangkok.
Te podría interesar
Gracias a su entrenamiento y olfato excepcional, logró detectar al felino, permitiendo que los rescatistas le proporcionaran agua y comida. Su labor ha sido fundamental en la búsqueda de personas con vida entre las ruinas.
Mientras tanto, en Birmania, la situación sigue siendo crítica. La ciudad de Mandalay, la segunda más grande del país, se encuentra entre las más afectadas. Su aeropuerto permanece cerrado y muchas carreteras y puentes están destruidos, lo que dificulta el acceso a las zonas más golpeadas por el sismo. Los residentes viven con temor, ya que las réplicas constantes han dañado estructuras y aumentado el riesgo de colapsos.
Te podría interesar
Las autoridades birmanas han declarado el estado de emergencia en varias regiones, incluyendo Sagaing, donde informes preliminares indican que hasta el 70 por ciento de la ciudad está en ruinas.
El acceso a esta zona es casi imposible debido a la destrucción de infraestructura y a la inestabilidad política, ya que la región ha sido escenario de enfrentamientos entre el ejército y grupos opositores.
Organismos internacionales como la ONU y la Cruz Roja han movilizado equipos de rescate y asistencia humanitaria, instalando hospitales de campaña para atender a los heridos. Sin embargo, la falta de suministros médicos y el colapso de los sistemas de comunicación han complicado las labores de auxilio.
Mientras el mundo sigue atento a la evolución de esta tragedia, la labor de rescatistas y perros como Nari son un rayo de esperanza en medio del desastre.
Con información de EFE.