Con el objetivo de complacer al actual presidente Donald Trump, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, firmó una serie de leyes migratorias que pretenden ser mucho más severas para aquellos indocumentados que pretendan cruzar la frontera.
Este jueves, el republicano firmó dos amplias leyes que endurecen las condiciones de los inmigrantes irregulares y facilitan en este estado la aplicación de la agenda de deportaciones masivas del presidente de EU.
"Hoy, la Legislatura de Florida ha aprobado la legislación más fuerte para combatir la inmigración ilegal de cualquier estado en todo el país", dijo DeSantis en una rueda de prensa poco antes de firmar los proyectos de ley, y en la que estuvo acompañado del presidente del senado, Ben Albritton, y el titular de la Cámara Baja estatal, Daniel Pérez.
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Lo anterior va de la mano de la política antimigrante que el presidente Trump ha declarado desde antes de haber asumido la presidencia, el pasado mes de enero.
¿Qué establecen las nuevas leyes migratorias impuestas por el gobernador de Florida?
Los proyectos establecen penas más severas para los inmigrantes indocumentados que cometen delitos, requisitos de aplicación más estrictos para los funcionarios locales y cambios en el controvertido programa estatal de transporte de migrantes.
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Uno de los aspectos controvertidos que forman parte de las leyes firmadas hoy tiene que ver con el establecimiento automático de la pena de muerte para los indocumentados que sean declarados culpables de un delito capital, tales como asesinato o abuso sexual de un niño.
Las leyes, aprobadas hoy en el marco de una sesión extraordinaria del Legislativo estatal, contemplan igualmente la creación de una Junta Estatal de Control de Inmigración, que estará compuesta por el gobernador, el comisionado de agricultura, el fiscal general y el director financiero del estado.
Esta junta coordinará acciones legales y de seguridad con agencias federales y dispondrá de un fondo de 250 millones de dólares para distribuir entre las fuerzas de seguridad locales que ayuden a los esfuerzos federales en este campo, en aras de estimular la cooperación con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, en inglés).
Los textos fijan la creación de nuevos delitos estatales por entrada o reingreso ilegal a Florida, elevando la conducción sin licencia a un delito grave para inmigrantes indocumentados.
De igual modo, tipifica como delito el ingreso a Florida de indocumentados mayores de 18 años que entran al estado "después de entrar a Estados Unidos eludiendo o evitando el examen o la inspección de los agentes de inmigración", y estarán sujetos a una pena carcelaria de nueve meses.
Se eliminan las matrículas como residentes de los estudiantes indocumentados en universidades públicas del estado, y todas las oficinas de los alguaciles locales tienen hasta abril para enrolarse en el programa federal 287(g) que concede autoridad a los agentes locales para realizar tareas propias de las agencias federales de inmigración.
De este modo, Ron DeSantis complació a Donald Trump, quien impondrá penas más severas a indocumentados.