Durante la novena reunión de gabinete, el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que durante seis meses consecutivos no se ha registrado el ingreso de migrantes indocumentados a Estados Unidos por la frontera sur con México. Según sus palabras, los cruces irregulares se encuentran en su nivel más bajo jamás registrado.
“Durante seis meses consecutivos, cero inmigrantes indocumentados han sido admitidos en Estados Unidos… Los cruces fronterizos irregulares a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México se han desplomado al nivel más bajo jamás registrado”, declaró.
Colaboración con México y refuerzo de medidas fronterizas
El mandatario destacó que estos resultados no serían posibles sin la cooperación de México. Su administración ha trabajado de manera coordinada con autoridades mexicanas para reforzar los operativos migratorios en el sur del país, particularmente mediante la participación de la Guardia Nacional.
Te podría interesar
Además, que acuerdos bilaterales han permitido fortalecer los controles fronterizos, agilizar procesos de deportación y poner en marcha programas de retorno asistido.
No obstante, grupos como Amnistía Internacional advierten que miles de migrantes permanecen varados en ciudades fronterizas, enfrentando condiciones de vulnerabilidad, con acceso limitado a albergues, atención médica y asistencia básica.
Te podría interesar
Cruces irregulares y detenciones en EU alcanzan mínimos históricos
Según datos oficiales de la Casa Blanca, las detenciones y los cruces ilegales hacia Estados Unidos alcanzaron niveles históricos con respecto a la administración anterior:
- 30 mil 573 encuentros a nivel nacional en octubre, un 92% menos que el pico de 370 mil 883 registrado bajo Biden.
- 7 mil 989 detenciones de la Patrulla Fronteriza en la frontera suroeste.
- 258 detenciones diarias en la frontera suroeste, 95% menos que el promedio diario en la administración anterior.
- Cero liberaciones en libertad condicional, frente a las 10 mil 009 liberaciones en octubre de 2024.
Estas cifras refuerzan la narrativa de Trump sobre una frontera controlada y segura, aunque el debate sobre las consecuencias humanitarias de estas medidas sigue abierto y genera críticas tanto dentro como fuera de Estados Unidos.
