Joaquín Guzmán López, apodado “El Güero”, se declaró culpable este lunes 1 de diciembre en un tribunal federal de Chicago por delitos de narcotráfico y crimen organizado, aceptando su rol como supervisor de distribución de drogas como cocaína, heroína y fentanilo.
Este exmiembro de alto rango del Cártel de Sinaloa es hijo del famoso narcotraficante Joaquín Guzmán Loera y Griselda López Pérez, además es uno de los líderes de la facción conocida como Los Chapitos.
Foto: EFE
Trayectoria criminal y la facción “Los Chapitos”
Joaquín Guzmán López nació en Ciudad Obregón, Sonora, el 16 de julio de 1986, e inició su carrera criminal en 2008, tras la muerte de su hermano Édgar Guzmán López, heredando contactos e ingresos que usó para financiar sus operaciones.
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Junto con su hermano Ovidio Guzmán López, comenzó a invertir grandes sumas en la compra de marihuana en México y cocaína en Colombia. Su enfoque se expandió rápidamente, también incursionaron en la compra de efedrina en Argentina para su contrabando a México, experimentando con la producción de metanfetamina.
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Las investigaciones, citadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EU (ICE), indican que los hermanos Guzmán López controlaban una Organización Criminal Transnacional bajo el paraguas del Cártel de Sinaloa. Se estima que llegaron a supervisar cerca de 11 laboratorios de metanfetamina en Sinaloa, produciendo entre 3 mil y 5 mil libras de la droga al mes, la cual era vendida al por mayor a distribuidores en Estados Unidos y Canadá.
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Acusaciones y la sorpresiva captura en 2024
Las autoridades estadounidenses ya habían tomado medidas contra Joaquín Guzmán López desde 2018. El 2 de abril de ese año, fue acusado formalmente por un gran jurado federal en el Distrito de Columbia de conspiración para distribuir más de 5 kilogramos de cocaína, 500 gramos de metanfetamina y mil kilogramos de marihuana, según detalló el ICE. Adicionalmente, fue sancionado en mayo de 2023 bajo la Ley Kingpin por su participación en el tráfico de drogas.
La captura de Joaquín ocurrió el 25 de julio de 2024, en El Paso, Texas. La detención se llevó a cabo cuando el narcotraficante aterrizó en un avión privado en Nuevo México. Un detalle crucial de este evento, y que ha generado gran interés, es que viajó junto a Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador del Cártel de Sinaloa, en lo que se sospecha fue un engaño para facilitar su traslado a EU, posiblemente como parte de un acuerdo previo con la fiscalía.
La colaboración con la justicia
Al igual que su hermano Ovidio, quien se declaró culpable en julio pasado, la declaración de culpabilidad de Joaquín Guzmán López implica que colaborará con la Justicia estadounidense, como indicó la jueza Sharon Johnson Coleman, quien programó su regreso al tribunal el 1 de junio de 2026.
Con información de EFE.