La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha publicado su informe anual de salud, revelando indicadores cruciales sobre la salud de la población y el desempeño de los sistemas sanitarios de sus países miembros. En este análisis, un país de América Latina ha registrado el dato más preocupante en cuanto a esperanza de vida OCDE, situándose significativamente por debajo del promedio de la organización.
Con menos de 76 años, este Estado se distancia considerablemente de la media internacional (81.1 años) y del líder, Suiza, evidenciando desafíos estructurales en su sector de salud y bienestar poblacional.
El informe "Panorama de la salud" de la OCDE identifica a México como el país latinoamericano con la esperanza de vida promedio más baja entre todos los miembros de la organización, con 75.5 años.
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Esta cifra contrasta marcadamente con el promedio general y con las naciones con mayor longevidad, como Suiza (84.3 años), Japón (84.1) y España (84). El análisis de la OCDE para México detalla varios factores que inciden en este resultado.
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Factores clave y desafíos en el sistema de salud mexicano
El informe de la OCDE subraya diversas estadísticas relativas al estado de salud en México:
Mortalidad prevenible: Se registró una tasa de 243 muertes prevenibles por cada 100 mil personas, una cifra que señala áreas de mejora en la atención sanitaria preventiva.
Hábitos de salud: La prevalencia de tabaquismo diario es del 8.5 por ciento, el consumo de alcohol per cápita es de 6.2 litros, y un preocupante 28 por ciento de los adultos no realiza suficiente actividad física.
Cobertura sanitaria: El 78 por ciento de la población mexicana está cubierta por un conjunto básico de servicios de salud. Sin embargo, la satisfacción con la disponibilidad de atención médica de calidad es del 56 por ciento, inferior al promedio de la OCDE (64 por ciento).
Gasto en salud: El gasto per cápita en salud en México asciende a mil 588 dólares, muy por debajo del promedio de la OCDE que es de 5 mil 967 dólares.
Los datos presentados por la OCDE resaltan la necesidad de fortalecer las políticas de salud pública y el sistema sanitario en México para mejorar la esperanza de vida de su población. Estos indicadores son cruciales para el diseño de estrategias que permitan al país converger con los promedios de bienestar y longevidad de sus pares en la organización.