El cierre de gobierno en Estados Unidos se mantendrá, por lo menos, hasta el próximo 3 de noviembre, debido a que el Senado no volverá a sesionar antes de esa fecha. La oficina de prensa de la Cámara Alta informó que la sesión se levantó este jueves a las 15:25 hora local (GMT) y que no se reanudará sino hasta el lunes a las 15:00 (GMT).
Con esto, el actual cierre de gobierno —vigente desde el pasado 1 de octubre— alcanzará el lunes su día 34, quedando muy cerca del récord histórico de 35 días registrado durante el primer mandato de Donald Trump, entre diciembre de 2018 y enero de 2019.
Crece la preocupación por el impacto del cierre de gobierno en Estados Unidos
El prolongado cierre de gobierno en Estados Unidos ha generado creciente inquietud entre la población, especialmente por la situación de los 730 mil empleados federales que siguen cubriendo labores esenciales sin recibir su salario. Entre ellos se encuentran los controladores aéreos, cuya posible ausencia podría desatar un caos en el sistema de transporte nacional.
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Durante el cierre de 2018-2019, las bajas por enfermedad de los controladores fueron las que, al paralizar parcialmente el tráfico aéreo, forzaron a republicanos y demócratas a alcanzar un acuerdo para reabrir el gobierno.
En esta ocasión, el bloqueo legislativo persiste en el Senado estadounidense, donde las demandas de los demócratas han frenado cualquier avance. El partido exige que, para aprobar un presupuesto que permita reabrir el Gobierno Federal, se prolonguen los subsidios del programa sanitario Obamacare, los cuales caducan a final de año. Según expertos, esa medida podría elevar considerablemente las primas para 2026.
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Los especialistas señalan que el 1 de noviembre será una fecha decisiva en el actual cierre de gobierno en Estados Unidos, ya que varios estados han advertido que ese día se quedarán sin fondos para financiar los cupones alimentarios de los que dependen más de 40 millones de ciudadanos.
Esa misma jornada se darán a conocer las tarifas actualizadas del Obamacare, lo que podría presionar tanto a republicanos como a demócratas a retomar las negociaciones y aprobar un nuevo presupuesto federal que ponga fin al cierre.
Con más de un mes sin acuerdo, el cierre de gobierno en Estados Unidos continúa afectando a empleados, programas sociales y sectores estratégicos, mientras el Congreso busca una salida que evite que la crisis se prolongue aún más allá de noviembre.