El destino quiso que fuera octubre un mes de tragedia. La DANA de Valencia, España, ha dejado heridas abiertas que no sanan en la gente que sufrió de esas inundaciones y riadas históricas...pero luego de un año hay heridas que se han abierto, ahora entre los pobladores de cinco estados de México.
El 29 de octubre de 2024 parecía un día típico de lluvias otoñales en el litorial valenciano, las escuelas, los trabajos, la vida cotidiana seguía, pero en muy pocas horas todo cambió y vino el desastre.
En zonas del interior de la Comunidad Valenciana (similar a un estado en la República mexicana) se gestaba una lluvia histórica de la que nadie se imaginó su intensidad, salvo los servicios meteorológicos.
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Los habitantes de los pueblos de la zona sur de Valencia fueron los que, en minutos, comenzaron a ver como sus calles se convertían en ríos, sus plazas en funestas piscinas y su tranquilidad en sozobra y desesperación...y después en muerte.
Una población se convirtió en el símbolo del desastre, la tristeza, la rabia, pero también de la rabia y la entereza por salir adelante.
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Paiporta, con sus 28 mil habitantes, fue la que más directamente sufrió los embates del agua, fue la 'zona cero' de la tragedia, ahí, como en Poza Rica, Veracruz en 2025 en México, el agua arrasó con todo.
La situación geográfica de Paiporta fue clave para que se convirtiera en el epicentro de la catástrofe. El pueblo recibió a través del barranco del Poyo (un canal superficial que atravieza el pueblo y llevar el agua hacia el mar) toda el agua caída en la tarde de este martes, entre 490 l/m2 y más de 630 l/m2, según varias mediciones.
Sufrío, en sus debidas proporciones, lo que Poza Rica con el desbordamiento del río Cazones.
La DANA de Valencia que se llevó hasta los recuerdos
A un año de distancia, la gente aún vive con la tristeza y la memoria de la tragedia, pero también el agua no solo se llevó los coches, las casas, a las personas...también para muchos se llevó los recuerdos.
Gabriel Musera, de 38 años, lo vivió en carne propia y si bien, afortunadamente como dice, no tuvo pérdidas personales, el agua se llevó la ilusión y el recuerdo de su negocio.
"El ver esta situación psicologicamente te deja un poco tocado porque ves cosas que uno no estás preparado para ver en ese momento, como gente que se quedó enganchada en una farola y viene un coche y le pega un golpe y se lo lleva y también ves a otros que por suerte sobrevivieron y otros no, como un vecino que estaba en esa situación, le pegó un coche y después apareció muerto", recuerda con tristeza este emprendedor del que el agua se llevó su bar.
La DANA en su caso terminó con su bar del que apenas a un año de distancia ha podido volver a abrir gracias a las ayudas que la autoridad brindó o a donaciones hechas por particulares, pero la herida aún sigue abierta.
"Ahora, después de lo vivido, lo principal es la calma y pensar, es difícil porque al final se pierde todo, los muebles, los coches y hasta los recuerdos, todo lo que tengas en tu casa, pierdes todo", dice.
La cifras de la DANA: la magnitud del desastre
A un año del temporal del 29 de octubre de 2024, las cifras ponen número a los efectos de la tragedia y de la magnitud del desastre. Estas son las más destacadas:
229 fallecidos
Debido a las inundaciones murieron 229 personas, entre ellas la bebé nonata de una mujer embarazada de ocho meses y tres personas que siguen desaparecidas. La cifra podría subir a 231 si se reconoce a dos ancianas de una residencia que murieron en el hospital. En los trabajos de limpieza murieron dos trabajadores.
Hubo 2 mil 641 heridas, 117 mil que recibieron atención médica, se calcula que fueron 303 mil 295 las personas afectadas de forma directa o indirecta, y se estima que más de 80 mil sufrirán trastorno de estrés postraumático en la zona cero.
Los daños económicos
La daños materiales causados por el temporal se calculan en 17 mil 800 millones de euros (19 mil 824 millones de dólares), a las que las autoridades regionales consideran que hay que sumar 12 mil millones de euros para reponer lo que se ha perdido, mejorar las infraestructuras y adaptar el modelo territorial para que no se vuelva a repetir, lo que dejaría total de 29 mil millones de euros.
Resultaron afectados 66 mil locales comerciales, 15 mil 969 viviendas (mil 530 de ellas declaradas inhabitables), 115 centros educativos y más de 48 mil alumnos, 136 infraestructuras sociosanitarias o 57 centros de salud y quedaron inutilizados 144 mil vehículos (el 85 por ciento siniestro total), mientras que el impacto laboral ha sido de 274 mil 883 personas trabajadoras afectadas.
La superficie devastada: 564 km2
Un total de 564 kilómetros cuadrados de 75 municipios de la provincia de Valencia resultaron devastados por las inundaciones de hace un año, en los que se concentran un millón de habitantes y el 30 por ciento del PIB y el empleo de la provincia.
Las inundaciones dañaron mil 450 kilómetros de carreteras, 566 kilómetros de vías ferroviarias, 140 tramos de carreteras, 380 puentes y pontones, 2 mil 755 kilómetros de pistas forestales, 640 mil hectáreas de masa forestal o 123 depuradoras, y afectaron al 74 por ciento de la red de transporte de la provincia de Valencia.
Un millón de toneladas de residuos
Las riadas dejaron un millón de toneladas de residuos, que se retiraron a un ritmo de 15 mil toneladas diarias y permitieron despejar en las primeras semanas los 767 viales obstruidos en las localidades más afectadas. Se han evacuado 70 mil metros cúbicos de lodo, 130 mil vehículos o 20 mil toneladas de cañas.
'Nadie avisó de la llegada de esta catástrofe, nos dejaron solos ante la DANA'
Solos y a la buena de Dios, así fue como se sintió Marcos Barbas, un creador de contenido para redes sociales, quien ha vivido en Paiporta toda su vida y que se mostró sorprendido con lo visto a la luz del día, una vez ida la oscuridad de la trágica noche.
"Todo parecía un susto, fue al levantarse, en mi caso, por la mañana asomarme al balcón de casa y ver una persona fallecida, una persona que trabaja en mi calle y tiene un negocio ahí y en ese momento fue que comencé a notar algo extraño, a notar que eso era más grave, porque, claro, lo normal es que si viene una catástrofe tan enorme que avisen, pero no", recuerda con tristeza y enojo, mientras se da tiempo de charlar con un vecino al que le pregunta cómo va con los locales comerciales que fueron afectados y que ya logró volver a rentar.
Una vez con el impacto de ver las calles llenas de lodo, los coches apilados unos contra otros en las paredes de las casas o los escaparates de los negocios y verse impotente, llegó otro golpe, el de no recibir ayuda.
"Luego llegó que pasaban las horas y no llegaba nadie, a día siguiente no venía nadie, días después no venía nadie, sin agua, sin luz ni comida, y llegan los vecinos que te cuentan que estuvieron a punto de morir y les ves las caras desconfiguardas de rabia, de dolor e impotencia.
Los recuerdos de la tragedia, la situación vivida, las carencias y la falta de ayuda del gobierno, la reacción tardía, la sesnsacion de sentirse solos y que no les hayan avisado de la DANA, es, como dice Marcos, una herida que va a estar ahí siempre.
A un año, Paiporta, la zona cero de la DANA, se recupera, recorrer sus calles perimiten dimensionar el tamaño de la tragedia, en especial porque el barranco atraviesa la ciudad y ver los videos donde el agua llegó con tal fuerza que se llevó todo, hacen que las palabras palidezcan ante el recuerdo de quienes lo vieron y lo sufrieron.
"El animo está un poco mejor, pero depende de cada cada caso, en general está mejor, lo que pasa es que es una herida que va a estar ahí siempre, pero hay más ánimo, hay gente que ha podido salir adelante y otra que no, hay muchos negocios que continúan cerrados, otros no se van a volver a abrir, y conozco casos de gente que realmente está mal que perdieron el negocio de toda su vida o de aquellos que perdieron familiares, el ánimo para ellos sigue por los suelos", asegura.
'La unidad y la fuerza hará que salgan adelante': el mensaje a quienes sufren por las inundaciones en México
A un año de distancia las enseñanzas, el descontento, los recuerdos y la esperanza permanece para quienes sufrieron las consecuencias de la DANA.
A un año de distancia se dan la oportunidad desde la tragedia, su tragedia, mandar un mensaje de esperanza para aquellos que han vivido una situación similar en México, donde las lluvias e inundaciones han dejado 80 muertos y daños aún no cuantificados, en un escenario que ya padecieron.
Gabriel Musera, desde la pesadumbre de perder su negocio, padecer la incertidumbre sobre su futuro y con las fuerzas para levantarse y seguir se da tiempo para enviar unas palabras de aliento para quienes padecen lo que el ya vivió.
"Lo principal es que estén tranquilos que lo material y todo lo demás poco a poco se va subsanando, también estar tranquilos par poder evaluar todo lo que va a venir que son muchas cosas que si te desesperas puede ser perjudicial después", aconseja.
Sin embargo, pese a reconcer que es difícil mantener la calma porque los pensamientos del por qué sucedieron las cosas asi pueden llegar a desesperar, pero el estar tranquilos ayuda a evaluar las cosas para actuar con más claridad.
Enamorado de la cultura y el pueblo de México, Marcos Barbas no esconde su emotividad y manda un mensaje desde el crazón a quiens ahora sufren lo que él ya padeció.
"México tiene mucha fuerza y mucha unión yo estoy seguro que es de donde se tienen que agarrar, de esa fuerza que tienen porque eso fue lo que nos ayudó a nosotros, el ayudarnos entre nosotros nos hizo sacar fuerzas, de ganas, de rabia pero para arreglar lo que estaba roto", dice.
Y va más alla: "unirse entre todos y sacar el pecho hacia adelante y aguantar lo que venga pero unidos es lo que puedo decir porque fue lo que más me dio fuerzas a mi tener, una cierta tranquilidad dentro del caos de saber que el ser humano en estas situaciones hay gente que se une pese a todas las diferencias que pudiera haber".
Así, a un año de la DANA de Valencia España, unas heridas han cerrado, otras permanecen abiertas, pero muchas, como lo dicen quienes sufrieron esta tragedia, van a quedar ahí para siempre.