El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se ofreció a actuar como mediador en la crisis entre Estados Unidos y Venezuela, en un contexto de creciente tensión geopolítica en América Latina.
El anuncio fue hecho por el ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, tras la reunión que Lula mantuvo con el presidente estadounidense, Donald Trump, en Kuala Lumpur, durante la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN).
Lula y Trump acuerdan iniciativa para resolver tensiones arancelarias
Esta iniciativa se enmarca en los esfuerzos de Brasil por recuperar su papel de mediador regional y actor clave en los asuntos internacionales.
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'El presidente Lula planteó el tema y afirmó que América Latina y Sudamérica son regiones de paz. Se ofreció a ser un contacto, un interlocutor, como lo ha sido en el pasado con Venezuela, para buscar soluciones mutuamente aceptables', explicó Vieira.
La propuesta llega mientras Washington refuerza su presencia militar en el Caribe, donde recientemente desplegó fuerzas navales, aéreas y terrestres, además del mayor portaaviones de su flota, como parte de una nueva fase de su campaña antidrogas.
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El gobierno de Trump ha justificado los recientes bombardeos a embarcaciones en la zona como acciones contra las rutas de narcotráfico hacia Estados Unidos. No obstante, desde Caracas, el presidente Nicolás Maduro denunció que la operación busca desestabilizar su gobierno.
Además del tema venezolano, Lula y Trump abordaron la agenda comercial bilateral. Según el mandatario brasileño, la reunión que duró unos 45 minutos fue excelente.
Ambos acordaron iniciar de inmediato negociaciones para resolver las tensiones generadas por el arancel del 50 por ciento impuesto por Washington a productos brasileños, medida tomada en represalia por el caso judicial contra el expresidente Jair Bolsonaro, condenado a 27 años de prisión por golpismo.
Con este nuevo movimiento diplomático, Luiz Inácio Lula da Silva, busca reforzar el papel de Brasil como un mediador regional y un actor clave en la búsqueda de estabilidad y diálogo en América Latina, posicionando al país como un puente entre Estados Unidos y Venezuela en un momento de fuertes tensiones políticas y militares.