El Caribe vuelve a estar en alerta. La tormenta tropical Melissa se ha convertido oficialmente en huracán, según informó el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos.
Los últimos reportes indican que Melissa ya alcanza vientos sostenidos superiores a los 120 kilómetros por hora, mientras avanza lentamente por el mar Caribe. Y esa lentitud preocupa: el sistema prácticamente está detenido, desplazándose apenas dos kilómetros por hora, lo que puede agravar los efectos de lluvia e inundaciones sobre una misma zona durante varios días.
Huracán Melissa podría intensificarse a categoría 5 en los próximos días
Las condiciones actuales del océano y la atmósfera son especialmente favorables para que Melissa experimente un rápido fortalecimiento. Los meteorólogos no descartan que alcance categoría cuatro, o incluso cinco, en los próximos días.
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Las autoridades han emitido alertas de huracán para Jamaica, donde ya se anticipan vientos destructivos y lluvias torrenciales. También Haití y la República Dominicana se preparan ante el riesgo de inundaciones catastróficas y deslizamientos de tierra, sobre todo en áreas montañosas y costeras.
Los modelos meteorológicos prevén acumulaciones de lluvia que podrían superar los 60 centímetros en Jamaica, y hasta 90 centímetros o más en algunas zonas de Haití. Estas cifras hacen temer una crisis humanitaria si el sistema se mantiene estacionario.
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Mientras tanto, Cuba oriental y las Islas Caimán permanecen en vigilancia meteorológica, a la espera de cómo evolucione la trayectoria del ciclón.
Expertos señalan que el principal peligro de Melissa no son solo sus vientos, sino la enorme cantidad de agua que descargará. Su movimiento tan lento significa que cada hora cuenta, y que las lluvias podrían extenderse durante días enteros.
Las autoridades locales piden a la población seguir los avisos oficiales, preparar suministros básicos y evitar desplazarse por zonas inundadas o de ladera inestable. La consigna es clara: la prevención puede salvar vidas.
El huracán Melissa, ahora fortaleciéndose sobre las cálidas aguas del Caribe, podría convertirse en uno de los fenómenos más peligrosos de la actual temporada ciclónica.