El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, confirmó este viernes el más reciente operativo militar contra lo que denominó "narco-terroristas", anunciando el décimo ataque ejecutado por el ejército del país. La acción, que tuvo lugar durante la noche, se dirigió contra una embarcación presuntamente utilizada para el transporte de narcóticos en el Mar Caribe.
El ataque resultó en la muerte de seis personas, lo que eleva significativamente el número de bajas en el marco de la ofensiva militar que Washington ha emprendido contra los cárteles de la droga. Según el funcionario, el número total de fallecidos en esta campaña asciende ya a un mínimo de 46 personas.
Hegseth especificó, a través de una publicación en redes sociales, que el buque atacado era operado por la conocida banda criminal transnacional Tren de Aragua. El suceso representa una escalada en la intensidad y alcance de las operaciones militares estadounidenses en la región.
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¿Cómo han cambiado el alcance y la frecuencia de estos ataques?
El ritmo de los ataques se ha incrementado drásticamente en los últimos días. Lo que comenzó siendo una operación esporádica, casi una cada pocas semanas en septiembre, se ha acelerado a un promedio de tres ataques por semana. Este cambio no solo se observa en la frecuencia, sino también en el área geográfica de las operaciones.
El Secretario de Defensa emitió una fuerte advertencia a los criminales, equiparando la campaña contra el narcotráfico con la guerra contra el terrorismo. "Si eres un narco-terrorista que contrabandea drogas en nuestro hemisferio, te trataremos como tratamos a Al-Qaeda", sentenció Hegseth, prometiendo que el rastreo y la persecución se realizarán "De DÍA o de NOCHE".
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Este último ataque se enmarca en un contexto de gran tensión regional, ya que se produjo horas después de que bombarderos supersónicos del ejército estadounidense realizaran un vuelo cerca de la costa de Venezuela.
La inusual demostración de fuerza se suma al despliegue militar en el Mar Caribe, lo que ha avivado la especulación sobre una posible acción para intentar derrocar al presidente venezolano Nicolás Maduro, quien enfrenta cargos de narcoterrorismo en EU.
El presidente Donald Trump ha justificado estos operativos como una escalada necesaria para frenar el flujo de drogas hacia su país, asegurando que EU está en un "conflicto armado" con los cárteles. No obstante, la creciente cantidad de víctimas ha generado un intenso debate en el Congreso sobre los límites de la autoridad presidencial para realizar ataques letales sin una declaración de guerra formal.