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Senadores republicanos fracasan, otra vez, al tratar de poner fin al cierre del Gobierno; suman 22 días

Los demócratas buscan mantener estos subsidios para beneficiar a millones de estadounidenses.

El principal punto de conflicto entre los partidos radica en los subsidios del programa de seguro de salud Obamacare.
El principal punto de conflicto entre los partidos radica en los subsidios del programa de seguro de salud Obamacare. Créditos: EFE
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El Senado de Estados Unidos volvió a experimentar un nuevo fracaso en el intento de aprobar un plan de financiamiento provisional para poner fin al cierre del Gobierno federal, que este jueves alcanzará los 22 días, convirtiéndose en el segundo más largo en la historia del país.

El proyecto de ley presentado por los republicanos obtuvo 54 votos a favor y 46 en contra, insuficientes para alcanzar los 60 votos necesarios para su aprobación. A pesar de que tres congresistas de la oposición Catherine Cortez Masto, John Fetterman y el independiente Angus King votaron a favor, la iniciativa fue bloqueada por los demócratas.

 

Divisiones en el Senado prolongan el cierre del Gobierno Estadounidense

La votación se retrasó, debido a un prolongado discurso del senador demócrata Jeff Merkley, de Oregón, quien habló durante 22 horas y 39 minutos.

 En su intervención, Merkley criticó duramente las políticas del expresidente Donald Trump, como la persecución a opositores políticos y el despliegue militar en ciudades gobernadas por demócratas, además de señalar que las medidas beneficiaban a los más ricos en detrimento de las familias estadounidenses.

Por parte de los republicanos, el senador Rand Paul votó en contra de la medida, mientras que el líder de su partido en el Senado, John Thune, cambió su voto a no al final, permitiendo que la propuesta pueda volver a ser planteada en el futuro.

El principal punto de conflicto entre los partidos radica en los subsidios del programa de seguro de salud Obamacare. Los demócratas buscan mantener estos subsidios para beneficiar a millones de estadounidenses, mientras que los republicanos insisten en excluirlos, alegando sin pruebas que favorecen a inmigrantes ilegales.

El cierre ha afectado a más de 1.3 millones de trabajadores federales, quienes dejarán de recibir su pago quincenal por primera vez desde que comenzó la paralización del Gobierno. Los senadores de ambos partidos se mantienen divididos, lo que dificulta que el gobierno pueda reanudar sus funciones normales.