Este 4 de junio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dio a conocer una orden ejecutiva cuyo objetivo es restringir de manera drástica las solicitudes de asilo en la frontera con México, una de las medidas migratorias más duras e impuesta por aquel país y que llega a tan solo meses de las elecciones presidenciales.
La orden, que entrará en vigor este mismo martes, permitirá a las autoridades del país vecino norte deportar a quienes no cumplan unos estrictos estándares de asilo cuando se supere la cifra de 2 mil 500 detenciones diarias en la frontera, así lo explicaron funcionarios americanos.
Cabe señalar que, los protocolos para solicitar asilo volverán a relajarse una vez que esa cifra disminuya a mil 500 en promedio durante 14 días, lo que es casi imposible de alcanzar ya que la última vez que el promedio de detenciones bajó a menos de este número fue en julio de 2020, esto debido a la pandemia.
¿Qué le pasará a los migrantes que no cumplan con los estándares de asilo?
De acuerdo con funcionarios de Estados Unidos, quienes lleguen a la frontera una vez que se supere ese umbral de 2 mil 500 estarán sujetos a "un estándar significativamente más alto" para calificar para asilo.
En otras palabras, en esa instancia, los migrantes deberán demostrar que existe una “posibilidad razonable” de que están en riesgo de sufrir torturas o ser perseguidos si son devueltos a su país de origen.
De cualquier forma, los funcionarios argumentaron que USA se adherirá a las obligaciones de la convención de las Naciones Unidas contra la Tortura, que prohíbe expulsar a alguien a un país donde puede ser torturado.
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Durante su matutina, el presidente de México explicó que hablará con su homólogo estadounidense sobre dicha orden.
“Tenemos pendiente una llamada telefónica con el presidente Biden, probablemente hoy, sobre esto, sobre el tema migratorio. Hemos venido avanzando bien, hay posturas de los dos gobiernos, primero, que mantengamos una relación de respeto a nuestras soberanías, que busquemos una política de buena vecindad", expresó.
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Por último, López Obrador no adelantó su opinión en concreto sobre la orden ejecutiva que dio a conocer Estados Unidos mientras llevaba acabo su llamada mañanera, pero aseguró que su posición ante Washington es "que se atiendan las causas de la migración, que ya no se esté pensando ni en muros, ni en militarizar la frontera, ni en cerrar la frontera". Mientras tanto solo queda esperar la respuesta por parte de Joe Biden al presidente de México. (Con información de EFE)