El pasado fin de semana se dio a conocer que quien fuera uno de los investigadores que desarrolló la vacuna anticovid Sinopharm que se utilizó en China para el control de esta enfermedad, fue expulsado de la Asamblea Popular Nacional, el órgano político más importante del país y que lo conforman tres mil personalidades.
Se trata de Yang Xiaoming, de 62 años de edad, presidente del China National Biotec Group, quien habría sido cesado de su puesto, luego de que se emitiera una investigación en su contra relacionada con corrupción o por sospechas de violación de la ley y la disciplina.
El investigador y su equipo fueron quienes en el 2021 desarrollaron la vacuna BBIBP-CorV, la primera aprobada y utilizada masivamente en 2021 en China para enfrentar los síntomas relacionados con Covid-19.
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Dicha inoculación presentó un 79 por ciento de eficacia de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), por lo que fue distribuida en casi todo el país pese a que mostró resultados significativamente inferiores a las vacunas MNRA.
Esta decisión también afectó a otros investigadores como Han Shuwang, expresidente del conglomerado de inversión aeroespacial de China; Xu Nuojin, expresidente del banco Zhingyuan, y Gu Zhengju, ex dirigente del Partido Comunista (PCCh) en Nanchong, provincia de Sichuan (centro).
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Otros de los proyectos más relevantes de Yang Xiaoming fue el proyecto chino sobre vacunas en el programa 863, cuyo objetivo es hacer que Beijing sea más independiente mediante el desarrollo de tecnologías nacionales avanzadas.
El presidente Chino inició una campaña en contra del sector médico
Como era de esperarse, la noticia de la destitución del investigador hizo mucho ruido en redes sociales y con ello se abrió una vez más el debate sobre la gestión de la pandemia en el país asiático, dado que debido a las restricciones de información poco se conoce al respecto.
Además, los últimos reportes señalan que gran parte del sector médico en China se ha visto afectado por las campañas anticorrupción que ha lanzado el presidente Xi Jinping, donde se han emitido demandas en contra de directores y secretarios de hospitales, con graves acusaciones de corrupción entre proveedores de medicamentos y centros de salud.