El cielo se convirtió este fin de semana en escenario de tragedias que dejaron al mundo entero sin palabras. Los accidentes aéreos registrados en Corea del Sur, Canadá y Kazajistán nos recordaron que, aunque volar sigue siendo el medio de transporte más seguro, un error o imprevisto puede desencadenar situaciones devastadoras.
En esta nota repasamos los hechos que marcaron un fin de semana oscuro para la aviación y las vidas que quedaron marcadas para siempre.
La tragedia de Corea del Sur: 179 vidas apagadas
Corea del Sur vivió el peor accidente aéreo de su historia. Un Boeing 737-800, con 181 personas a bordo, terminó fuera de la pista en el aeropuerto internacional de Muan, estrellándose contra una pared perimetral. El saldo es desgarrador: 179 fallecidos y solo dos sobrevivientes que, con laceraciones y en estado de shock, apenas recuerdan lo ocurrido.
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“Escuché una explosión fuerte, luego solo humo y caos”, alcanzó a decir una de las sobrevivientes, mientras era atendida en un hospital. ¿Qué causó esta tragedia? Aún no hay respuestas definitivas, pero la compleja operación de rescate y la identificación de las víctimas han dejado al país sumido en el luto.
Canadá: un aterrizaje entre chispazos y miedo
Mientras el mundo intentaba asimilar la tragedia en Corea, en Canadá, un vuelo de Air Canada Express vivió momentos de terror. Durante el aterrizaje en el Aeropuerto Internacional Stanfield, el avión tocó tierra entre chispas y un incendio menor. Afortunadamente, no hubo víctimas fatales, pero las imágenes captadas en redes sociales muestran el miedo en los rostros de los pasajeros al descender apresuradamente.
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Kazajistán: un desplome envuelto en misterio
El domingo también trajo noticias devastadoras desde Kazajistán. Un avión Embraer E190AR de Azerbaijan Airlines se desplomó, dejando 38 muertos y 29 sobrevivientes. Las versiones sobre lo ocurrido son contradictorias: desde el impacto con una bandada de pájaros hasta la teoría de que un misil ruso pudo haber derribado la aeronave.
El avión, que transportaba tanto pasajeros como carga, cayó sobre una zona remota. Los sobrevivientes, aunque agradecidos de estar vivos, enfrentan un largo proceso de recuperación tanto físico como emocional.
El costo de volar más alto
El dolor de las familias afectadas, los sobrevivientes intentando reconstruir sus vidas y los millones de viajeros que miran al cielo con cierta aprehensión merecen una respuesta: hacer de cada vuelo no solo un medio de transporte, sino una promesa de regreso seguro a casa.