Los drones que han sido detectados en las últimas semanas en el espacio aéreo de estados como Nueva Jersey y Nueva York, ha provocado preocupación entre ciudadanos y funcionarios locales, pese a que ya se informó la verdad detrás de los avistamientos, sin embargo, ¿por qué sigue generando teorías conspirativas?
Aunque la Casa Blanca ya descartó de que se trate de una amenaza extranjera, ya que, como aseguraría el presidente electo, Donald Trump, de ser así, ya los hubieran derribado, entonces ¿por qué no lo hacen?
La realidad de los drones en EU, según el Gobierno
El Departamento de Seguridad Nacional y el FBI declararon el pasado lunes que los avistamientos de los últimos días corresponden a una combinación de drones que operan de forma legal (tanto de aficionados como de las autoridades) así como aviones, helicópteros e incluso estrellas que fueron confundidas por la ciudadanía con drones.
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Es decir que, parece que los estadounidenses aún no saben que existen cerca de un millón de drones registrados legalmente en el país, según confirmó la propia Administración Federal de Aviación (FAA), por lo que ahora ya es normal que existan vuelos de estos artefactos todos los días, y a toda hora.
Avistamientos de drones vs teorías conspirativas (o no tanto)
Las dudas que se generan en torno al caso, radica en que algunos alcaldes de Nueva Jersey (lugar donde se reportó el comportamiento inusual de los drones, seguido de Nueva York) como es el caso de Matthew Murello, declaró que no se le ha brindado la información suficiente para descartar cualquier amenaza.
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En declaraciones para ‘Good Morning America’ señaló que no tenían permiso de derribar un dron para esclarecer su origen, ya que, de acuerdo con la Oficina Federal de Investigación, mejor conocida como FBI, dañar o destruir una aeronave puede implicar hasta 20 años de prisión.
Rick Smith, fundador de la empresa Axon, dijo que disparar a un dron, podría convertirlo en un misil y “causar daños severos”; reveló a CNN.
Esto ha sido motivo suficiente para que las teorías conspirativas ronden, ya que, pocas veces Estados Unidos se contradice así mismo, pues el Gobierno dice que en efecto, son drones, mientas que otros funcionarios critican la falta de transparencia para compartir información, no porque no lo sean, sino por la negativa de derribarlos.
Más allá de que llegue a pensar que fueran ovnis o extraterrestre, la principal incógnita es, ¿quién los está manejando? Y ¿por qué rondan en lugares como el club de golf de Trump en Bedminster o en un centro militar de investigación en Dover?