En un contundente mensaje ante la ONU, Dmitri Polianski, representante permanente adjunto de Rusia, expresó su preocupación por la escalada de tensiones en el conflicto con Ucrania y advirtió sobre las peligrosas implicaciones globales que podrían derivar en una Tercera Guerra Mundial.
La raíz del conflicto: misiles occidentales en territorio ruso
Polianski acusó a Ucrania, respaldada por Estados Unidos y Europa, de cruzar líneas peligrosas al autorizar ataques con misiles de largo alcance dentro de territorio ruso.
Según el diplomático, estas acciones, como los recientes ataques en las regiones de Briansk y Kursk, han transformado el conflicto en Ucrania de un enfrentamiento regional a un peligroso escenario con implicaciones globales.
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Entre el 19 y el 21 de noviembre, Rusia fue objetivo de seis misiles ATACMS de fabricación estadounidense, así como de misiles Storm Shadow británicos.
Aunque la defensa aérea rusa interceptó la mayoría de estos ataques, Polianski subrayó que el daño va más allá de lo físico, ya que marca un precedente preocupante en la dinámica del conflicto.
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La respuesta de Rusia: armas hipersónicas y advertencias claras
En represalia, Rusia lanzó un misil balístico hipersónico no nuclear, una tecnología que, según el funcionario, no tiene comparación en el mundo y contra la cual los sistemas de defensa actuales son ineficaces.
Este ataque, dirigido a instalaciones militares ucranianas, fue una advertencia a las acciones de Kiev y sus aliados occidentales.
A pesar de estas respuestas, Polianski denunció que Ucrania sigue ignorando las advertencias, como lo demuestran nuevos ataques recientes en la región de Kursk con misiles occidentales, lo que resultó en víctimas y daños menores.
Una escalada peligrosa con consecuencias globales
El diplomático ruso fue tajante al señalar que Rusia se reserva el derecho de atacar instalaciones militares en países que permitan el uso de sus armas contra territorio ruso.
Advirtió que la decisión de optar por la escalada es "imprudente" y que el mundo está al borde de un conflicto global que "no perdonará a nadie".
Polianski hizo un llamado a la reflexión para evitar que el conflicto escale aún más. Aunque afirmó que Rusia está dispuesta a negociar y recordó que ya se han presentado propuestas concretas, denunció que tanto Ucrania como Occidente han preferido intensificar las tensiones.
En palabras de Polianski, este es el momento de priorizar el diálogo antes de que las consecuencias sean irreversibles.
El diplomático concluyó su intervención reiterando que la actual situación no solo pone en riesgo a los países involucrados, sino al mundo entero.
La postura de Rusia refuerza la gravedad del panorama actual, y las implicaciones de una posible Tercera Guerra Mundial son un recordatorio urgente de la necesidad de soluciones diplomáticas.