La tensión entre Corea del Norte y Corea del Sur alcanza nuevas alturas, ahora con una insólita estrategia de Piongyang: ruidos ensordecedores que atormentan a las comunidades fronterizas del Sur.
Desde julio, Corea del Norte ha utilizado altavoces para emitir sonidos perturbadores durante largas horas, afectando a aldeas surcoreanas y exacerbando las ya deterioradas relaciones entre ambos países.
Así es el arma ruidosa de Corea del Norte
De acuerdo con un reportaje de The New York Times, en un pequeño pueblo surcoreano cercano a la frontera, los residentes reportan noches insoportables debido a los estruendos provenientes del Norte.
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Testimonios describen ruidos que varían desde aullidos de lobos, metales chirriantes y gritos espeluznantes, hasta el sonido de artillería o un mono golpeando un piano.
Estas emisiones, denominadas “bombardeos de ruido", son constantes, llegando a durar hasta 24 horas.
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“Nos está destrozando”, confiesa An Mi-hee, habitante de la zona, para NYT.
Según los afectados, el insomnio y la irritación son solo algunas de las consecuencias de esta singular arma utilizada por Piongyang para desestabilizar emocionalmente a los habitantes del Sur.
El trasfondo político
Las relaciones entre ambos países nunca han sido sencillas, pero han empeorado significativamente en los últimos años.
Según The New York Times, esta táctica refleja la postura agresiva del líder norcoreano Kim Jong-un, quien ha intensificado las pruebas de misiles nucleares y cortado toda comunicación con Seúl y Washington.
En respuesta, Corea del Sur, bajo el liderazgo de Yoon Suk Yeol desde 2022, ha endurecido su enfoque, incrementando los ejercicios militares con Estados Unidos y Japón.
A pesar de que las dos Coreas firmaron una tregua en 1953, nunca lograron un tratado de paz, lo que mantiene al conflicto técnicamente activo.
Mientras tanto, los aldeanos fronterizos siguen soportando noches interminables de ruidos ensordecedores, reflejo de una disputa que parece lejos de terminar.
La situación evidencia cómo las tensiones políticas entre ambas naciones impactan directamente la vida cotidiana de sus ciudadanos.
Los sonidos que emite Corea del Norte no solo rompen la tranquilidad de las aldeas fronterizas, sino que también representan una señal de advertencia sobre el deterioro de la estabilidad en la región. Así, el arma del ruido se ha convertido en un símbolo del enfrentamiento entre los dos países.