Las autoridades cubanas confirmaron este sábado el inicio de las labores de arranque de la Central Termoeléctrica Terrestre (CTE) Antonio Guiteras, la más importante del país, todo esto tras intentar reestablecer la electricidad después del enorme apagón en Cuba.
Este proceso se hace necesario tras la salida imprevista de la central del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), que provocó un apagón total en toda la isla caribeña.
¿Qué ha hecho el gobierno de Cuba para restablecer la electricidad?
La gobernación de la provincia de Matanzas, donde se ubica la Guiteras, anunció en sus redes sociales que los trabajos están encaminados a sincronizar la planta y robustecer el sistema eléctrico nacional.
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La situación se tornó crítica el viernes, cuando la CTE Guiteras dejó de funcionar debido a una avería. A pesar de los esfuerzos por restablecer el suministro, el país volvió a experimentar cortes de luz en la mañana del sábado, lo que generó descontento entre la población.
Aunque la empresa estatal Unión Eléctrica (UNE) informó que se ha ido recuperando el suministro en algunas áreas de La Habana y otras provincias, el panorama sigue siendo incierto.
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Cabe mencionar que la crisis energética en Cuba se debe a múltiples factores, entre los que destacan la escasez de combustible importado, un problema derivado de la falta de divisas, y las constantes averías en las obsoletas centrales termoeléctricas.
Según la UNE, el país consume anualmente alrededor de 8 millones de toneladas de combustibles, de las cuales solo produce 3 millones. Esta dependencia energética ha llevado a un estado de vulnerabilidad que se hace evidente en situaciones como la actual.
El Gobierno cubano ha señalado que destina más de 2.000 millones de dólares al sector energético cada año. Sin embargo, la realidad es que la isla depende de aliados como Venezuela, Rusia y México para cubrir la mayor parte de su necesidad energética. Esta dependencia, sumada a la obsolescencia de sus instalaciones, ha contribuido a la crisis que enfrenta el país.
La falta de electricidad no solo afecta el bienestar diario de la población, sino que también tiene un impacto directo en la economía. En 2023, la economía cubana se contrajo un 1,9% y todavía se encuentra por debajo de los niveles de 2019. Este contexto económico difícil ha alimentado el descontento social, manifestado en protestas que han llegado a ser de gran magnitud, como las ocurridas el 11 de julio de 2021 y más recientemente el 17 de marzo en Santiago de Cuba.
El futuro del sistema eléctrico cubano se ve incierto, y la necesidad de inversiones significativas y reformas en el sector se hace cada vez más urgente. La población cubana espera que se tomen medidas efectivas para evitar que los apagones se conviertan en una constante en su vida diaria.