La tumba del primer emperador de China es un misterio arqueológico, seguramente la has visto en varias películas de aventura, se le puede llamar un mausoleo al lugar en el que se encuentra el recinto de Qin Shi Huang, lo sorprendente es que jamás ha sido abierta, debido a ciertos mitos que la rodean, así que sigue leyendo para descubrir cuáles son.
¿Guerreros de terracota? Estas figuras de soldados y caballos de un ejército de más de siete mil figuras fueron enterradas junto al primer emperador de China, portando armas reales y accesorios para “protegerlo en el más allá”.
Mitos y realidades que rodean la tumba del primer emperador de China
De acuerdo con un artículo científico de IFLScience, abrirla puede resultar un peligro para las personas que quieran hacerlo, incluso un relato escrito por un historiador 100 años después de la muerte del emperador menciona que podría estar conectada a trampas explosivas, para terminar con cualquier “intruso”.
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Se puede leer: “Se ordenó a los artesanos que fabricaran ballestas y flechas preparadas para disparar a cualquiera que entrara en la tumba. Se usó Mercurio para simular los cien ríos, el Yangtze, el río Amarillo, y el gran mar, y se puso a fluir mecánicamente”.
Lo último se refiere a que, en caso de fallar las armas, este líquido tóxico termine sepultando a los que quieran invadir el recinto, dejando claro que esta construcción es una de las más pensadas y sobre todo bien hechas arquitectónicamente. Ante la inundación varios científicos han descubierto concentraciones de Mercurio alrededor de la tumba, aumentando el temor de que las advertencias sean verídicas.
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Aunque la tecnología ha avanzado circunstancialmente, científicos y arqueólogos no se han decidido por ingresar a la tumba del primer emperador de China, aunque probablemente pueda suceder en un futuro, se espera que sea uno de los seguimientos más importantes en la arqueología, pues será emocionante descubrir si las amenazas son ciertas.