A pocos días de que inicie el verano, los cambios abismales en el tiempo son más notorios con las olas de calor y los chubascos que terminan por inundar las calles; y todo esto tiene un factor en común: el fenómeno de ‘El Niño’.
La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica del Departamento de Comercio de los Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) dejó claro que las previsiones apuntan a que hay un 56% de posibilidades de que “El Niño” se vuelva "fuerte" antes de que llegue el invierno.
Tal y como se había advertido desde abril, cuando en los pronósticos IRI favorecía a la transición de este fenómeno comenzando junio-agosto de este año. y persistiendo hasta el invierno.
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De acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial, "hay un 98 % de probabilidades de que al menos uno de los próximos cinco años, así como el lustro en su conjunto, sean los más cálidos jamás registrados".
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El director del Centro Internacional para la Investigación del Fenómeno de El Niño (Ciifen), Juan José Nieto, explicó que las condiciones del mar en el resto de los países del oeste sudamericano son "regulares" y que el calentamiento de las aguas será "paulatino".
Los países más afectados por ‘El Niño’
Meteorólogos de varios países sudamericanos alertaron que en Chile, las costas de Ecuador y el norte de Perú se están calentado por el Fenómeno del Niño, lo que está provocando intensas lluvias y mayores temperaturas a las habituales, que se alargarán durante varios meses.
Ecuador tiene más del 80 % de probabilidades de sufrir el fenómeno climático de El Niño en la segunda mitad de 2023, según señaló en un comunicado su comité nacional que evalúa las condiciones que propician uno de estos episodios (Erfen).
Mientras que los palmeros colombianos toman medidas preventivas por el impacto del Fenómeno del Niño—también conocido como Oscilación del Sur (ENOS)—en la producción del aceite de Palma ante la alta probabilidad de sequías en el país.