Luego de que un sumergible se perdiera en el Atlántico con cinco pasajeros mientras viajaban en las profundidades del mar para ver lo que quedaba del Titanic.
La emblemática leyenda del único mexicano que viajó en el trasatlántico tomó relevancia. La historia surge cuando la escritora Guadalupe Loaeza lo mencionó en su libro titulado ‘El caballero del Titanic’.
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La escritora detalla que el mexicano cedió su lugar a una mujer inglesa, llamada Elizabeth Ramell Nye y murió por un gesto de caballerosidad el 14 de abril de 1912, cuando el Titanic se hundió.
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Su nombre era Manuel Uruchurtu Ramírez, fue un abogado y diputado sonorense que presuntamente regresaba de España, sin embargo, antes de partir le envió un telegrama a su esposa informando que viajaba por esta vía “insumergible”.
El mexicano presuntamente viajó en primera clase y actualmente se encuentra en la lista de los pasajeros a bordo del RMS Titanic, posteriormente, no se supo nada de él y su cuerpo no fue encontrado.
Uruchurtu nació el 27 de junio de 1872 y su bisnieto Antonio Uruchurtu dijo que Manuel fue diputado en cuatro ocasiones y funcionario público en los tiempos de Porfirio Díaz, según el texto 'El inhundible gentleman mexicano', escrito por Mónica Tapia Fonseca.
'El Titanic zarpó el 10 de abril de 1912 al medio día desde el puerto de Southampton, Inglaterra, con destino a Nueva York, pero antes arribó en Cherburg donde abordaron 274 pasajeros, entre ellos el mexicano'.
Cabe recordar que el Titanic se encuentra en el océano Atlántico, a 600 kilómetros al sureste de la costa de Newfoundland, situada en Canadá, a 3 mil 800 metros bajo el mar.
Tras la catástrofe del Titanic se aprobó una nueva norma en donde los cruceros están obligados a llevar botes salvavidas suficientes como para salvar a un 25 por ciento más de los pasajeros que van a bordo.