Luego de que se dio a conocer que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, habría sido sobornado por 5 millones de dólares por parte de un alto ejecutivo de la empresa ucraniana de gas natural Burisma, el senador republicano Chuck Grassley informó que hay al menos 17 grabaciones de audio que confirmarían esto.
El legislador citó documentos del FBI para afirmar sus declaraciones. De acuerdo con él, el empresario que se encargó del presunto soborno guardó los audios.
Es por eso que Grassley exhortó al Departamento de Justicia de EU a hacer públicos dichos archivos para evidenciar el esquema criminal entre Biden, cuando era vicepresidente y un ciudadano extranjero.
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"Según el 1023, el extranjero posee quince grabaciones de audio de llamadas telefónicas entre él y Hunter Biden. Según el 1023, el ciudadano extranjero posee dos grabaciones de audio de llamadas telefónicas entre él y el entonces vicepresidente Joe Biden", dijo Grassley.
Además, mencionó que “estas grabaciones supuestamente se mantuvieron como una especie de póliza de seguro para el ciudadano extranjero en caso de que se encontrara en un aprieto”.
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“El 1023 también indica que el entonces vicepresidente pudo haber estado involucrado en Burisma empleando a Hunter Biden", señaló.
¿De qué se le acusa a Joe Biden?
El caso fue revelado por Fox News Digital, quienes señalaron que en este también está involucrado el hijo del mandatario estadounidense, Hunter Biden.
Según el medio de comunicación, esto se basa en el contenido del formulario FD-1023 del FBI, el cual describe una estrategia de soborno entre el entonces vicepresidente y un ciudadano extranjero.
A pesar de esta revelación, el medio estadounidense declaró que no ha tenido acceso al formulario, pero que fue descrito por fuentes cercanas que sí lo vieron.
De acuerdo con las fuentes familiarizas con el documento, el ejecutivo de Burisma buscó el consejo de un profesional de los negocios para obtener los derechos petroleros de Estados Unidos y así relacionarse con una empresa de ese sector.
La razón por la que el ejecutivo de Burisma le tuvo que pagar a Joe Biden sería porque el fiscal de Ucrania, Viktor Shokin, estaba investigando a dicha empresa, lo que dificultaría el reingreso de esa organización al mercado de Estados Unidos.