El desastre en Ohio es comparado con el de Chernobyl en 1986, luego de que el descarrilamiento de un tren que contenía 100 mil litros de cloruro de vinilo, que a su vez se derramaron, provocó explosiones en la zona y un ambiente tóxico.
Lo anterior sucedió el 3 de febrero, cuando 38 vagones de un ferrocarril se desviaron de las vías, liberando cinco químicos altamente tóxicos y peligrosos.
Ante esto, el Departamento de Salud y Servicios Humanos y los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos desplegaron un equipo de médicos y toxicólogos luego de una solicitud del gobernador del estado, Mike DeWine.
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¿Por qué se descarriló el tren del desastre en Ohio?
Ayer, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos explicó en un informe que el descarrilamiento fue originado por el sobrecalentamiento de un cojinete, un componente que lleva la carga de un mecanismo.
“El tren 32N viajaba a unas 47 mph (millas por hora) en el momento, que era inferior a la velocidad máxima autorizada en el horario de 50 mph”, especifica el reporte.
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De acuerdo con lo explicado por la junta, el sistema de control positivo del tren estaba activado en ese entonces, por lo que el detector de defectos en el camino mandó un mensaje de alerta para que la tripulación redujera la velocidad para revisar el eje caliente.
“El maquinista aumentó la aplicación dinámica del freno para reducir aún más la velocidad y detener el tren. Durante esta desaceleración, se inició una aplicación automática del freno de emergencia y el tren 32N se detuvo”, señala el informe.
Tras eso, la línea Fort Wayne de la división Keystone ya equipó a sus trenes con sistemas HBD, ideales para analizar el estado de la temperatura de los cojinetes de las ruedas cuando estén en ruta.
Sin embargo, el desastre en Ohio continúa, de acuerdo con los reportes de los habitantes en redes sociales, mientras que el informe final sobre el descarrilamiento tardará unos meses más.