PEDOFILIA

Expolicía británico es condenado a cadena perpetua por 160 cargos de abuso sexual infantil

Este funcionario abusó de 200 niñas de entre 10 y 16 años, a las cuales contactaba vía Snapchat.

Imagen ilustrativa de un arresto.
Imagen ilustrativa de un arresto.Créditos: EFE
Escrito en MUNDO el

Un policía británico identificado como Lewis Edwards, fue condenado a cadena perpetua luego de que se declarara culpable de 160 cargos de abuso contra menores, que engloba chantaje sexual en contra de 200 niñas a través de redes sociales.

La Policía de Heddlu informó que la condena se deriva de los indicios realizados por el Equipo de Investigación en Línea de la Policía de Gales del Sur.

Las investigaciones comenzaron en diciembre de 2022, cuando la policía recibió información sobre transacciones bancarias sospechosas y actividad en línea, vinculada a la descarga de imágenes indecentes de niños de la web oscura.

El sujeto de 24 años se incorporó al cuerpo policial en enero de 2021, y envió mensajes a 210 niñas de entre 10 y 16 años desde noviembre de 2020 hasta febrero de 2023.

Las autoridades británicas encontraron en los dispositivos de Lewis Edwards imágenes explícitas de 207 víctimas.

Se dice que el imputado se negó a comparecer ante el tribunal durante los tres días que duró el juicio, sin embargo, se declaró culpable de todos los 160 cargos en su contra.

Suspenden y dan cadena perpetua a policía pedófilo

Edwards fue suspendido inmediatamente de su función y se agrego a la lista de los prohibidos, es decir, que nunca más podrá a volver a ser policía.

La detective superintendente Tracey Rankine, jefa del equipo de investigación en línea de la policía, dijo:

“Su comportamiento abominable consistió en amenazar y chantajear a las jóvenes víctimas que vivían con miedo. Nuestra investigación implicó un examen forense de equipos informáticos y dispositivos móviles cifrados que condujo a la recuperación de material impactante. La solidez de esta evidencia ha resultado en que Edwards admita todos los cargos”.

Este policía británico fue sentenciado a cadena perpetua con una pena mínima de 12 años. Por otra parte, las autoridades destacaron que este hecho daña la percepción que tiene la gente sobre quien está a cargo de las funciones de seguridad.