Al menos tres personas, entre ellas dos niños, murieron tras el hundimiento de una embarcación frente a las costas de la ciudad libia de Zauiya, según ha informado la Media Luna Roja libia.
El organismo ha indicado que las víctimas son un adulto sirio y dos niños de nacionalidad libia, ambos menores de 15 años, y ha agregado que los cuerpos han sido trasladados a la morgue del Hospital Universitario de Zauiya.
Hallan 3 cuerpos
Te podría interesar
Asimismo, agregó que los equipos del organismo fueron desplegados en la zona a raíz de las informaciones sobre el hallazgo de tres cuerpos en el puerto de Marsa Dela, según ha recogido el diario 'The Libya Observer'.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) recoge en su página web que en lo que va de año cerca de 930 personas han muerto o han sido dadas por desaparecidas cuando intentaban cruzar el mar Mediterráneo para llegar a costas europeas, cifra que en 2021 ascendió a 2.048, por encima de los datos de 2020 y 2019.
Te podría interesar
633 personas migrantes interceptadas
Un total de 633 personas migrantes, entre ellas 20 menores y 23 mujeres, fueron rescatadas o interceptadas frente a la costa libia en la última semana y devueltas al país pese a ser considerado un lugar "no seguro", reveló este lunes la Organización Internacional de las Migraciones (IOM).
Entre el 26 de junio y el 2 de julio, diez embarcaciones precarias partieron desde la capital, Trípoli, y las ciudades del este de Zawiya y Al Khoms, y al menos diez personas perdieron la vida durante la travesía mientras 37 continúan desaparecidas, según este organismo dependiente de Naciones Unidas que defiende "la promoción de una migración humana y ordenada en beneficio de todos".
Más de 9 mil personas fueron devueltas a Libia
En lo que va de año 9 mil 973 personas -362 menores- han sido devueltas a Libia, 166 han fallecido y 611 han desaparecido en la ruta migratoria del Mediterráneo Central, una de las más letales del mundo, en embarcaciones precarias fletadas por mafias que se lucran en Túnez y el oeste de Libia.
La encargada de las operaciones de rescate es la Guardia Costera, un cuerpo formado y financiado por la Unión Europea pese a estar bajo sospecha por organizaciones humanitarias internacionales, como Amnistía Internacional (AI), por sus supuestos vínculos con las mafias que se dedican al lucrativo negocio del contrabando, por lo que reclaman suspender la cooperación en materia de migración y control de fronteras.
AI ha denunciado las violaciones de derechos humanos cometidas en los llamados "centros de reagrupación y retorno en Libia"; escenario de torturas, violencia sexual, trabajos forzados y otras formas de explotación "con total impunidad".