Las tropas rusas continúan bombardeando la región oriental ucraniana de Donetsk, mientras que las autoridades locales ya se preparan para el invierno ante la falta de gas ocasionada por la contienda e intentan evacuar el mayor número de ciudadanos hasta el 1 de octubre.
"Toda la línea del frente está bajo fuego enemigo, que insiste en sus intentos de forzarlo. Pero no tiene éxito, el enemigo regresa a sus posiciones anteriores y al mismo tiempo sufre pérdidas en efectivos y blindados", afirmó en un vídeo publicado en Telegram el gobernador de la región ucraniana de Donetsk, Pavló Kyrylenko.
Donetsk, bajo el fuego ruso
Se trata de una situación difícil, indicó, ya que "los rusos bombardean constantemente los territorios libres de Donetsk", especialmente Bajmut, al sureste de Sloviansk y Kramatorsk, los principales bastiones ucranianos en la región.
En ese contexto, constató que el venidero invierno será especialmente difícil para la población local, debido a "la falta de gas y la incapacidad de la red eléctrica para cubrir las necesidades de calefacción", lo cual podría afectar a cerca de 230.000 residentes del Donbás.
Por ello, ordenó evacuar a la mayor cantidad posible de civiles de la región antes del 1 de octubre próximo.
La administración cívico-militar de Donetsk anunció en su página web que habilitó 395 mil plazas para refugiados que podían abandonar la región en un tren que los llevaría a las regiones de Dnipró y Leópolis.
En su reporte diario, el departamento de inteligencia de la Secretaría de Defensa británica alertó sobre el próximo incremento de los combates en la región, al señalar que "las fuerzas rusas probablemente se concentren en el Donbás en la toma de muchas localidades pequeñas durante la semana, incluyendos Siversk y Dolyna".
Con esta táctica, señaló la entidad británica, los rusos buscarían acercarse a Sloviansk y Kramatorsk, "los principales objetivos de esta fase de la operación".
Resistencia ucraniana
Por su parte, el Estado mayor ucraniano confirmó que sus fuerzas han logrado contener algunos de los ataques rusos en esa región.
"Los defensores han rechazado con éxito el asalto ruso hacia los asentamientos de Dovhenke y Dolyna, en dirección a Sloviansk", señaló el mando ucraniano, al reconocer, no obstante, que los rusos "no cesan sus bombardeos con artillería, que afectan a múltiples asentamientos".
El Estado mayor ucraniano denunció que el enemigo bombardeó varios asentamientos aledaños a Kramatorsk, y también "lanzó un ataque aéreo cerca de Verjniokamianske", al este de Siversk.
Del otro bando, las fuerzas prorrusas de la autoproclamada república popular de Donetsk afirmaron avanzar de un modo lento pero seguro tanto por el norte como por el sur de Sloviansk y Kramatorsk.
Según el líder prorruso de Donetsk, Denís Pushilin, por el norte "las unidades aliadas continúan avanzando en dirección a Siversk y Soledar", mientras que desde el sur, "en la dirección de Vuhledar, también hay cierto éxito, aunque no tan rápido como quisiéramos".
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"Pausa operativa" sin cese de ataques
Pese a que los combates persisten, el estadounidense Instituto de Estudios de la Guerra (ISW), insistió nuevamente en que "las fuerzas rusas permanecen en una pausa operativa en todo el teatro de operaciones en Ucrania", algo que el mando ruso no ha confirmado o negado.
Aunque el presidente ruso, Vladímir Putin, propuso que los militares rusos que participaron en la toma de Lisichansk, la última ciudad de la región ucraniana de Lugansk, tomasen un descanso, sí insistió en que la "operación especial militar" rusa en Ucrania debía continuar.
El ISW explicó los bombardeos rusos con un intento de "crear condiciones para futuras ofensivas terrestres y realizar ataques de sondeo limitados", al observar que el mando ruso no informó sobre la toma de nuevas localidades.
No obstante, matizó que "una pausa operativa no significa el cese de los ataques", al expresar que "es probable que las acciones ofensivas rusas actuales tengan como fin prepararse para ofensivas futuras".
Bombardeos en Járkov, Jersón, Zaporiyia
Aunque los combates más significativos tienen lugar en torno a la región de Donetsk, Rusia mantiene su pulso en otras direcciones, en particular en la región de Járkov, en el este del país, cuya capital es la segunda ciudad de Ucrania.
El Estado Mayor ucraniano informó de que al este de Járkov "el enemigo mantiene un grupo de tropas de los Distritos Militares Occidental y Oriental rusos, concentrando sus esfuerzos principales en la defensa".
Según el mando ucraniano, los rusos bombardearon con artillería y misiles la ciudad de Járkov y varios asentamientos aledaños.
En el sur del país, el Ejército ruso ha fijado posiciones y busca contener cualquier intento de avance ucraniano en las regiones de Jersón y Zaporiyia, controladas parcialmente por Rusia.
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350 bajas en las filas ucranianas
El Ministerio de Defensa ruso afirmó por su parte haber atacado un astillero en la región de Mykolaiv, en el sur de Ucrania, lo que habría causado más de 350 bajas en las filas ucranianas y la destrucción de 20 máquinas de combate.
Además, el mando ruso informó sobre la destrucción de dos puestos de mando y un punto de concentración de tropas ucranianas en esta región, ataques a consecuencia de los cuales habría causado cerca de 70 bajas en el Ejército ucraniano.
Sin embargo, tal y como observó el ISW, el mando ruso se abstuvo de mencionar algún tipo de avance reflejado en la toma de nuevas localidades en el Donetsk.