La destrucción parcial de la humanidad o como mejor se le conoce “genocidio”, es un acto atroz que solo busca la imposición del opresor, exterminando un determinado grupo de personas; así lo catalogó el jurista polaco Raphael Lemkin.
A propósito del Día Internacional para la Conmemoración y Dignificación de las Víctimas del Crimen de Genocidio y para la Prevención de ese Crimen 2022, es importante recordar los crímenes de odio que protagonizaron muchos dictadores, solo con el propósito de resaltar su poder.
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La Revolución Cultural de China
El 16 de mayo de 1966 el Partido Comunista de China encabezado en ese entonces por el gobierno de Mao Zedong, fue el responsable de las persecuciones y matanzas de 20 millones de personas cuando se instauró la "Gran Revolución Cultural Proletaria".
Con el pretexto de terminar con los elementos burgueses, la “Revolución Cultural China” escaló en un genocidio entre los años de 1966 y 1976, ya que el líder le declaró la guerra a todo aquello que se interpretara como una amenaza del pensamiento de su partido.
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Camboya: El genocidio por parte de los Jemeres Rojos
Camboya se le recuerda y reconoce principalmente por el terrible crimen de genocidio que vivió de 1975 a 1979 a manos de Pol Pot, dictador y líder de los Jemeres Rojos, quien terminó con la vida de una tercera parte de la población del país, es decir, 2 millones de personas.
Los Jemeres Rojos fue un grupo radical maoísta cuya fundación estuvo a cargo de “intelectuales franceses”, quemaron bibliotecas, prohibían la medicina y la comida estaba prácticamente escasa, pues todo lo anterior lo catalogaban como burgués.
Ruanda: Hutus vs Tutsis
1994 fue el año en que el terror sumergió a Ruanda y Burundi con el asesinato de sus respectivos líderes, desatando un discurso de odio donde la etnia hutu fue a la caza de la minoría de los tutsis.
Como contexto geopolítico, Ruanda fue colonizado por Alemania (1894) y luego por Bélgica (1916), y los tutsis (sector ganadero) estuvieron a la cabeza durante décadas, además de siempre buscar la independización.
Esto provocó que Bélgica favoreciera a los hutus (que eran agricultores), los cuales terminaron derrocando a los tutsis en 1959.
La guerra comenzó cuando dos misiles impactaron el avión donde viajaban el presidente de Ruanda, Juvénal Habyarimana (del gobierno hutu), y el de Burundi, Ciprian Ntayamira, por lo que de inmediato los hutus culparon a los tutsis e hicieron un llamado para iniciar la masacre que dejó un saldo de 1 millón de personas asesinadas.
El genocidio es la forma extrema de violencia fomentada por la pérdida de la razón ante alguna ideología, donde la mayoría de estos casos son protagonizados por dictadores con pensamientos extremistas.