El porcentaje de estadounidenses que ven las elecciones presidenciales como una causa importante de estrés en sus vidas subió 16 puntos este año en comparación a 2016, de 52 a 68 por ciento, según la Asociación de Psicología de EE.UU., que define los comicios del próximo 3 de noviembre como “los más divisorios” en décadas.
Una encuesta realizada por Harris Poll para la American Psychological Association (APA) muestra que da igual el partido al que se pertenezca: el estrés por las presidenciales lo sufren todos, aunque esta vez los que más sufren son los demócratas (76 por ciento), cuyo candidato, Joe Biden, lleva la delantera en la intención de voto.
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Les siguen los republicanos (64 por ciento), que tienen como candidato al actual presidente, Donald Trump, y los independientes (64 por ciento).
“Este ha sido como ninguno de los que recordamos”, dice Arthur C. Evans Jr., jefe ejecutivo de APA.
Evans explica que “no sólo estamos en el medio de una pandemia global que ha matado a más de 200 mil estadounidenses, sino que estamos enfrentando una división y una hostilidad crecientes en las elecciones presidenciales”.
A eso hay que agregar “los disturbios raciales en las ciudades, una economía inestable y un cambio climático que ha propiciado la propagación de incendios y otros desastres naturales. El resultado es una acumulación de factores de estrés que está pasando factura física y emocional a los estadounidenses”, agrega.
El mayor crecimiento de los que ven las elecciones como una fuente de estrés se dio entre los afroamericanos: de 46 por ciento en 2016 a 71 por ciento en 2020.
El actual clima político es una causa importante de estrés para un 68 por ciento, frente al 62 por ciento del año anterior.
La encuesta fue realizada online entre el 4 y el 26 de agosto a 3.409 personas mayores de 18 años en todo EE.UU.