El gobernador de Florida, Rick Scott, convocó este lunes una reunión de responsables policiales, educativos y en salud mental en la que se analizarán este martes medidas que intenten evitar tiroteos como el que el pasado miércoles acabó con la vida de 17 personas en una escuela de Parkland.
El objetivo del republicano es aumentar las medidas de seguridad en las escuelas y “mantener las armas fuera de las manos de las personas con enfermedades mentales, anunció el gobernador en un comunicado”.
En total, organizó tres grupos de trabajo en los que se buscará soluciones primero con autoridades educativas, con las que hablará de actualizar los protocolos de seguridad y planes de emergencia.
Posteriormente, analizará la posibilidad de ampliar los servicios de salud mental en el estado y por último se reunirá con la Asociación de Alguaciles de Florida sobre la necesidad de que personas con enfermedades mentales no tengan acceso a armas y posibles mejoras de seguridad para las políticas de armas de fuego.
Tras estas tres reuniones, encabezará una mesa redonda en la que se discutirán las conclusiones alcanzadas a lo largo del día.
El gobernador dijo que espera que antes de que el periodo legislativo concluya dentro de tres semanas se puedan a aprobar “cambios para mantener seguros a los estudiantes”, por lo que se necesita una “acción rápida”.
Scott insistió de nuevo en que la Oficina de Investigación Federal (FBI) debe explicar su “inexcusable inacción” para evitar que el joven Nikolas Cruz matase a 17 personas en la escuela de Florida a pesar de haber sido alertada del peligro que suponía el joven de 19 años.
“El fallo del FBI de no iniciar una investigación plantea muchas preguntas, y las familias de las víctimas merecen respuestas. Pido al FBI que divulgue de inmediato todos los detalles sobre el hecho de que no actuaran tras la alerta que recibieron”, dijo en declaraciones recogidas en un comunicado.
La semana pasada, el gobernador pidió la renuncia del director del FBI, Christopher Wray, después de que éste reconociera que en enero recibieron una información sobre el comportamiento agresivo de Cruz, autor confeso de la matanza, pero no se siguieron los protocolos y no hubo una investigación a fondo.
Cruz acudió este lunes por segunda ocasión ante la corte en una audiencia en la que se trató sobre el secreto de una moción presentada el pasado viernes por la defensa sin que se conozca el contenido de la misma.
El joven, que permaneció sin levantar la mirada de la mesa y sin apenas moverse, estuvo acompañado por sus dos representantes legales, que adelantaron su intención de pedir el secreto para futuras mociones.