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En entrevista con Juan Manuel Jiménez, para MVS Noticias, platicamos con Adriana Ochoa, mamá de una alumna del CCH Sur, sobre el homicidio de un estudiante del CCH Sur. Ochoa, quien ha denunciado la falta de seguridad en el plantel desde hace tiempo, expresó la preocupación de los padres de familia y el miedo de los alumnos ante un evento que calificó como un asesinato.
Adriana Ochoa recordó que la inseguridad en el CCH Sur no es un tema nuevo. Su propia hija fue agredida en un baño del plantel y, a pesar de las denuncias y de los acuerdos firmados tras un paro en abril pasado, las autoridades no han implementado medidas de seguridad efectivas: “Todavía no tenemos cámaras de seguridad que funcionen ni botones de pánico. Tampoco está el acceso restringido”.
Foto: Cuartoscuro
La falta de acción de las autoridades
La entrevistada relató que los padres están “totalmente consternados” y los alumnos tienen “muchísimo miedo de recuperar las aulas”. La postura de los padres es firme: no permitirán el acceso al plantel si no se garantiza la seguridad de sus hijos. Según Ochoa, la indignación es aún mayor porque se rumora que la madre del agresor había alertado a las autoridades sobre las intenciones de su hijo, pero no se hizo nada para prevenir la tragedia.
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La mamá de la alumna enfatizó que la comunidad no está pidiendo cosas extraordinarias, sino medidas básicas de seguridad que una institución como la UNAM debería tener. Mencionó la necesidad de detectores de metales, presencia de personal de seguridad, brigadas de vigilancia y un protocolo claro de actuación en emergencias.
Los padres se unen para exigir un cambio
Ante la pasividad de las autoridades, los padres se han organizado para exigir un cambio. Ochoa señaló que su grupo de padres está conformado por profesionales preparados para debatir con las autoridades. “Tenemos papás preparados en nuestra mesa, en nuestro grupo de papás hay médicos, abogados, yo soy psicóloga”, afirmó, buscando que el diálogo sea de igual a igual, sin que la UNAM subestime a los jóvenes.
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Adriana Ochoa concluyó la entrevista con una reflexión sobre el impacto emocional de este evento en los estudiantes, incluida su propia hija. El sentimiento de inseguridad y miedo es generalizado, y el recuerdo del homicidio del estudiante del CCH Sur los ha marcado profundamente: “Había chicos llorando porque tienen miedo de regresar a sus aulas. Tienen miedo de ser el próximo”.