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En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Ezra Shabot, habló sobre investigaciones sobre la red de tráfico de combustible y armas encabezada por los sobrinos de Rafael Ojeda Durán.
Shabot advirtió que el caso del huachicol en México, vinculado a una red de tráfico de combustible y armas presuntamente liderada por los sobrinos del exsecretario de Marina, Rafael Ojeda Durán, evidencia el riesgo de una corrupción fuera de control y una crisis en el sistema institucional del país.
Shabot comparó el panorama actual con los años del PRI, donde la corrupción, aunque evidente, era "controlada" por una institucionalidad rígida: “Recordemos al PRI con la corrupción de una institucionalidad controlada. El régimen no tenía ningún equilibrio, ningún mecanismo de supervisión, pero al menos tenía resortes de control político”, explicó.
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“Hoy, la corrupción depende solo de la voluntad presidencial”
El analista criticó que en el gobierno actual la justicia parece depender exclusivamente de decisiones políticas desde Palacio Nacional: “Lo que sucede hoy es que, al destruir las instituciones, se deja el tema de la corrupción en manos de la voluntad presidencial: es quien protege, quien acusa, quien decide quién va o no a la cárcel”, afirmó.
En ese sentido, señaló que la presión de Estados Unidos ha sido clave en detenciones recientes como la de Hernán Bermúdez, pero advirtió que el sistema político mexicano está bajo tensión:
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“Lo decía Döring: con la detención de Bermúdez, la presión de EU obliga a actuar. La destrucción del sistema y el compromiso de la presidenta con AMLO hace que las fibras del sistema no aguanten”, dijo, sugiriendo un posible conflicto entre Claudia Sheinbaum y su antecesor.
Caso Requena y falta de transparencia
Sobre el caso Bermúdez Requena, Shabot subrayó que la falta de transparencia alimenta las especulaciones y cuestionamientos al Estado de derecho:
“Tratan de decir que se llega hasta Requena, pero todo esto surge por un tema de falta de transparencia. No es que otros presidentes fueran honestos, pero había mecanismos para controlar el daño, como Peña Nieto con la Casa Blanca”, apuntó.
Recordó que las acusaciones contra Bermúdez Requena existían desde hace años, y consideró que su captura responde más a voluntad política que a una investigación estructural:
“Lo de Requena estaba desde hace dos años. Hemos llegado a que es la voluntad presidencial la que manda. El riesgo es que la ola de corrupción no pueda ser controlada”, alertó.
El caso del huachicol en México continúa generando tensiones dentro del sistema político, mientras crecen las dudas sobre hasta dónde llegará la justicia en un entorno donde las instituciones han sido debilitadas.