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En entrevista para MVS Noticias con Manuel López San Martín, Eduardo Torreblanca, especialista en economía y finanzas, habló sobre la caída de las remesas enviadas por mexicanos, que bajaron 16.2% en junio: la peor desde septiembre de 2012.
De acuerdo con el análisis de Eduardo Torreblanca, los datos de junio confirman una contracción preocupante que ya acumula cuatro meses consecutivos a la baja.
En junio de 2025, las remesas cayeron 16.2% en comparación con el mismo mes del año anterior, lo que representa la mayor contracción en más de una década. Esta disminución no solo implica menos recursos para millones de familias mexicanas, sino también una señal de alerta para la economía nacional, ya que muchas personas utilizan ese dinero para cubrir necesidades básicas como alimentación, vivienda, educación y salud.
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"Desde finales del año pasado, alertábamos que se venía el final de la novela rosa de las remesas en la economía mexicana. Este es un envío que favorece la posición financiera de 5 millones de familias en el país, algunas de las cuales encuentran en ese respiro económico parte de sus consumos fundamentales, como una hipoteca, alimentos, colegiaturas o emergencias familiares", afirmó Torreblanca.
"Lamentablemente, los números son claros por donde se les vea. Por ejemplo, en junio se contraen 16.2% respecto al mismo mes del año anterior. Esta es la peor contracción en 13 años. Llevamos ya cuatro meses a la baja, desde el mes marzo de 2025", agregó.
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Menos envíos y montos más bajos
El número de operaciones también se redujo de manera significativa, con una caída del 14.3% respecto al promedio de junio de 2024. Además, el monto promedio por envío bajó un 2.4%. Aunque este último dato pueda parecer marginal, su impacto acumulado es considerable.
Durante el primer semestre de 2025, México recibió 29,576 millones de dólares en remesas, frente a los 31,326 millones del mismo periodo del año pasado. En los últimos 12 meses, la cifra total fue de 62,996 millones de dólares, lo que implica una contracción del 2.2% respecto al año anterior.
Efectos inmediatos en el consumo y la recaudación
Una de las consecuencias visibles de esta baja es la disminución en la recaudación del IVA, que cayó 4.5% en junio. Esto refleja una contracción en el consumo de las familias, afectadas por la reducción de ingresos. A este panorama se suma un dólar más barato, lo que altera aún más la capacidad de compra en los hogares que dependen de remesas.
"Las familias están consumiendo un poco menos, porque, además, el dólar está más barato, lo que trastorna la programación económica de las familias en su consumo diario", aseguró en especialista.
Aunque México sigue siendo uno de los principales receptores de remesas a nivel mundial, la caída marca el fin de una etapa de crecimiento sostenido en este rubro, que fue particularmente notorio en el sexenio anterior.
