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En entrevista con Ana Francisca Vega para MVS noticias, los periodistas Zedryk Raziel y Georgina Zerega hablan del saqueo a Segalmex que supera los 15 mil millones de pesos: el mayor caso de corrupción del sexenio de AMLO.
El escándalo de corrupción en Segalmex, revelado en un nuevo libro por los periodistas Zedryk Raziel y Georgina Serega, ejemplifica la paradoja de que los fondos destinados a combatir la pobreza en México han sido malversados.
Con un desfalco de aproximadamente 14 mil millones de pesos, la situación reabre el debate sobre la efectividad y el compromiso del gobierno actual con la ética. “Las cifras iniciales hablaban de hasta 15 mil millones de pesos, ahora solo tenemos 3 mil que no se justifican en absoluto”, comentaron.
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Esta alarmante realidad cuestiona la capacidad de las autoridades para recuperar los fondos perdidos y refleja las fallas sistémicas dentro de las instituciones. Raciel añadió que “los saqueos comenzaron a las pocas semanas de iniciar el sexenio”, y que la falta de procedimientos formales facilitó el acceso a los recursos.
“No había manuales, por lo que el vacío legal fue, de alguna manera, una invitación para el abuso”, dijo Zedryk Raziel.
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¿Quién es responsable?
La figura de Ignacio Ovalle, director de Segalmex, ha sido clave en este entramado. Según revelaciones de los periodistas, “Ovalle tiene un pasado con el presidente que complica las cosas, ya que fue su mentor en su carrera política”. A pesar de esto, “la fiscalía no ha tomado acción significativa contra él, incluso después del escándalo”, lo que ha generado muchas preguntas sobre la voluntad del gobierno para enfrentar la corrupción.
Los periodistas también han descubierto que “no se trata únicamente de Ovalle, sino de una red más amplia que involucró a múltiples funcionarios”, lo que sugiere que el problema es sistémico, no sólo aislado. Este fenómeno resalta la importancia de revisar y reorganizar totalmente las normas que rigen a las instituciones de ayuda.
Una realidad preocupante
Los reportes indican que, a pesar de los cambios administrativos, las irregularidades continúan. “Las auditorías recientes muestran que el patrón de corrupción sigue. Las mismas tácticas de antes se repiten, lo que sugiere que no hemos aprendido de nuestros errores”, concluyó Serega.
La historia de Segalmex es un recordatorio impactante de la necesidad de mayor vigilancia y podernos cuestionar a nuestros propios líderes. El futuro de la lucha contra la corrupción y la pobreza en México depende de nuestra capacidad de exigir responsabilidad a quienes nos representan.