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En entrevista para MVS Noticias con Pamela Cerdeira, Fausto Pretelin, internacionalista, habló sobre el nombramiento de Genaro Lozano como embajador de México en Italia y sus implicaciones diplomáticas.
Según el análisis de Fausto Pretelin, el caso de Lozano no es un hecho aislado, sino parte de una práctica recurrente en distintos gobiernos que han designado a personajes sin trayectoria diplomática. Ejemplos de otros sexenios, como los nombramientos de Fidel Herrera o Quirino Ordaz, evidencian que esta dinámica se ha repetido con distintas administraciones.
¿Por qué genera polémica este nombramiento?
Uno de los principales puntos de debate es que Lozano, además de carecer de experiencia en el servicio exterior, había publicado críticas contra Giorgia Meloni en 2022, lo que podría interpretarse como un mensaje de desconfianza hacia el actual gobierno italiano. En diplomacia, explicaron, los símbolos son fundamentales y este antecedente podría complicar el inicio de su gestión en Roma.
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"No puedes mandar a una persona, primero, que critique al primer ministro, en este caso a la primera ministra de Italia, porque ya tienes un componente de desconfianza. Le das al gobierno de Italia de Meloni en este momento una desconfianza", afirmó Pretelin.
Otro ángulo que se destacó es la aparente contradicción entre su papel como periodista y analista crítico de los nombramientos políticos en embajadas, y su decisión de aceptar este cargo diplomático. Para Pretelin, esto refleja la forma en que el periodismo se ve afectado por la cercanía de algunos comunicadores con el poder, lo que erosiona la credibilidad de la profesión.
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"Él (Genaro Lozano) de alguna manera gana su premio. Es decir, durante seis años estuvo, pues estuvo en la mañanera... Es quizás un intelectual 'Lord Molécula', pero no deja de ser de la categoría 'Lord Molécula'. Y en un momento en donde el periodismo en México está en riesgo, es decir, vemos ya cómo el partido hegemónico se está devorando todos los poderes, los autónomos los desaparece, ya el poder judicial lo absorbió, ya es el poder legislativo el que lo controla. Es decir, vamos encaminados hacia un destino que de alguna manera no es democracia. Se le puede llamar de cualquier manera, pero no es democrático", señaló el internacionalista.
¿Qué impacto tiene en el Servicio Exterior Mexicano?
El nombramiento también abre la discusión sobre el debilitamiento del Servicio Exterior Mexicano. Diplomáticos de carrera con formación y años de experiencia suelen ver bloqueadas sus oportunidades frente a designaciones políticas. Este fenómeno, señalaron, genera desánimo y resta profesionalismo a la representación internacional del país.
"También hay un organismo que están destruyendo, que es el Servicio Exterior Mexicano. No digo que sean santos todos los que estudien la diplomacia, pero en un sistema meritocrático, que es al menos en donde yo me formé, creo que esto, de alguna manera, está taponeando a estos personajes que estudian, estos diplomáticos que intentan escalar", aseveró.
Finalmente, se advirtió que el reto para Lozano no será menor. Tendrá que desempeñar su papel en un país gobernado por una derecha radical poco afín a sus convicciones personales y políticas. Esto lo obligará a mantener un perfil diplomático cuidadoso en un entorno poco receptivo hacia causas progresistas como los derechos de la comunidad LGBTQ+.
En conclusión, el caso de Lozano se suma a una larga lista de nombramientos que reflejan tensiones entre la política interna mexicana, la diplomacia de símbolos y el desgaste del servicio exterior.