Trump y Putin dialogan en Alaska sobre la guerra en Ucrania: ¿habrá paz en la región?

En entrevista para MVS Noticias con Adrián Jiménez en ausencia de Pamela Cerdeira, Adolfo Laborde, profesor investigador del CIDE, comenta sobre la reunión entre Trump y Putin.

La reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin en Alaska se presenta como un intento por abrir un camino hacia la paz en el conflicto entre Rusia y Ucrania, aunque con importantes ausencias que podrían limitar su alcance.

Según el análisis del profesor e investigador Adolfo Laborde, el objetivo central es generar un proceso de descompresión política y sentar bases para el cese de hostilidades, pero la ausencia de Ucrania, la Unión Europea y miembros de la OTAN complica la posibilidad de acuerdos duraderos.

"Es difícil asegurar una paz duradera y, por supuesto, que los compromisos que se lleguen a tomar se vayan a establecer como punto de partida del proceso de pacificación", afirmó el especialista.

Laborde subraya que el éxito de cualquier negociación dependerá de que se consideren las demandas de Kiev y de los organismos europeos, especialmente en temas como el respeto a la integridad territorial de Ucrania y su aspiración de integrarse a la OTAN y a la Unión Europea. Sin embargo, estas condiciones son poco probables de ser aceptadas por Rusia, lo que anticipa un escenario de difícil resolución.

Para el académico, las pláticas podrían escalar de forma gradual, cumpliendo parcialmente algunos puntos, pero sin resolver todas las demandas. Esto deja abierta la puerta a que la guerra continúe, aunque con esfuerzos diplomáticos intermitentes.

"Probablemente se dé un proceso de escalamiento de pláticas de paz y en donde paulatinamente se vayan cumpliendo parcialmente algunos planteamientos que se han hecho y que han hecho que la guerra no se detenga, pero eso pues lo vamos a conocer dentro de unas horas que, repito, probablemente encontremos un escenario complejo, difícil, porque no se van a dar solución a todas las demandas que se establecen en los actores del conflicto", señaló Laborde.

En cuanto al balance de la cumbre, Laborde considera que Ucrania es una de las grandes perdedoras al quedar fuera de la mesa, lo mismo que la Unión Europea y la OTAN, que ven reducida su influencia en las decisiones clave del conflicto. También señala que, a diferencia de reuniones protocolarias con acuerdos previamente definidos, esta cumbre parece no contar con un trabajo diplomático previo sólido, lo que incrementa la incertidumbre sobre sus resultados.

"Yo creo que Ucrania es una de las perdedoras, la Unión Europea también es una de las perdedoras y, por supuesto, los actores involucrados que están íntimamente relacionados con la defensa de Europa, que es la OTAN", aseguró el investigador.

Aun así, la reunión prolongada entre Trump y Putin podría interpretarse como una señal alentadora para las poblaciones afectadas, si logra derivar en un alto al fuego. Laborde resalta que el primer paso debe ser detener los combates para permitir el retorno de civiles desplazados y dar inicio a un proceso de reconstrucción en Ucrania, cuya infraestructura ha sido severamente dañada.

El desafío, concluye, será transformar cualquier acuerdo en compromisos concretos que contemplen la convivencia inevitable entre Rusia y Ucrania, marcada por una geografía que no cambiará, aunque cambien las relaciones políticas.

"Lo más importante es que el conflicto se detenga, que los civiles, que los migrantes, que los desplazados por la guerra regresen a sus ciudades y, por supuesto, se emprenda un proyecto de reconstrucción. Gran parte de la infraestructura de Ucrania está destruida, hay una gran cantidad de gente afectada, niños, mujeres, que viven en países aledaños y, por supuesto, saber de qué manera se va a regresar a esta vecindad, porque el hecho de que haya una paz no significa que dejen de ser vecinos. La geografía impera y, por lo tanto, me parece que lo primero es un alto al fuego y, posteriormente, ver los términos de intercambio", concluyó.