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En entrevista con Ana Francisca Vega para MVS noticias, Edgar Alcalán, papá de Aisha, nos compartió cómo él y otros padres de niños con cáncer denuncian falta de medicamentos y tratamientos.
Un grito de auxilio resonó en la comunidad tras las palabras de Edgar Alcalán, un padre cuyo mundo se ha visto devastado por la falta de medicamentos para su hija con cáncer.
Este padre de familia expresó su angustia al confirmar que, a pesar de las promesas de las autoridades, la situación no ha mejorado. "No hay quimios, no hay medicina", resumió Edgar, quien en su lucha ha tenido que recurrir a comprar suministros médicos que deberían proporcionarse en el hospital.
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Escasez de tratamientos
Edgar, residente de la Ciudad de México, compartió su experiencia desgarradora. Desde el sexenio anterior, su familia ha padecido la escasez de medicamentos y tratamientos oncológicos. "Yo a mi hija le tuve que comprar, ella lleva tres operaciones, y le tuve que comprar gazas, porque ni gazas había en el hospital", relató con evidente frustración.
La falta de soluciones también pone de relieve la difícil realidad de muchas familias que atraviesan situaciones similares. Si bien ha habido intentos de comunicación con las autoridades, Edgar asegura que son insuficientes.
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"Tristemente, las autoridades siempre dicen que hay medicamentos, pero eso es... Es mentira", enfatizó.
De acuerdo con su testimonio, los padres deben enfrentarse a la impotencia de una administración que no responde a sus necesidades críticas.
La lucha diaria contra el cáncer
El impacto no se limita a la ausencia de medicamentos. Edgar mencionó que su hija ahora enfrenta graves secuelas de su tratamiento anterior. "Mi niña tiene varios tumores y desafortunadamente son inoperables", comentó.
Para él, el ámbito oncológico es sinónimo de altos costos: "La quimioterapia llega a costar entre veinte mil y treinta mil pesos; es impagable". A pesar de las adversidades, Edgar se aferra a la esperanza y a la valentía de su pequeña. "Gracias a Dios, dentro de lo que cabe, está bien", concluyó.
Su historia resalta la necesidad de que se tomen medidas concretas para garantizar el acceso a tratamientos vitales. La realidad que enfrenta Edgar y su hija pone de relieve la grave situación que viven muchas familias en el país. La lucha por obtener medicinas y tratamientos básicos continúa, y es esencial que se preste atención a estos casos y se busquen soluciones efectivas para garantizar la salud de los más vulnerables.