Audio relacionado
En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Pedro Tello, consultor en economía, habló sobre el cierre de la planta de Nissan en Morelos.
El cierre de la planta de Nissan en Civac, Morelos, marca el fin de una era para la industria automotriz en México. La decisión refleja la crisis global de la marca japonesa y reconfigura el mapa económico local.
La planta de Nissan ubicada en la Ciudad Industrial del Valle de Cuernavaca, Morelos, dejará de operar tras casi seis décadas de actividad. Inaugurada en 1966 como la primera planta de ensamble automotriz de la compañía fuera de Japón, su cierre obedece a una estrategia de reestructuración global ante una profunda crisis económica de la firma nipona.
Te podría interesar
"Estamos frente a una planta emblemática, no solamente en la historia de la marca automotriz, sino también en el desarrollo mismo de la actividad económica en el estado de Morelos", afirmó Tello.
Nissan, que en su momento fue sinónimo de innovación y competitividad, no ha logrado recuperar terreno en un mercado dominado ahora por la industria automotriz china. A pesar de múltiples esfuerzos por renovar su línea de modelos, buscar alianzas y aplicar reestructuras internas, la marca continúa enfrentando dificultades a nivel global.
Te podría interesar
Nissan traslada producción de Morelos a Aguascalientes
La decisión de cerrar la planta en Morelos responde a la necesidad de reducir costos y aumentar la eficiencia. Las operaciones se trasladarán a la planta de Aguascalientes, con la esperanza de concentrar la producción, mejorar la competitividad y reimpulsar la presencia de la marca a escala mundial.
"Hoy (en Nissan) tienen que tomar una decisión relevante: deciden cerrar la planta en Morelos para llevar todas sus líneas de producción a la planta que está operando en Aguascalientes para concretar ahí sus operaciones, reducir sus costos de producción, mejorar sus niveles de competitividad y tratar de averiguar si esta decisión, junto con otras decisiones que tienen que ver con plantas ubicadas en el resto del mundo, le permite a Nissan a escala mundial volver a flotar y recuperar la presencia y competitividad que el mercado exige en momentos como los actuales", explicó en especialista.
El cierre no solo impactará a los trabajadores locales, algunos de los cuales tendrán dificultades para reubicarse, sino también a toda una red de proveedores que crecieron en torno a la planta. Muchas empresas deberán evaluar si migran junto con Nissan hacia Aguascalientes o replantean sus operaciones ante un mercado en transformación.
"Una mala noticia para los trabajadores de Nissan en Morelos, para la actividad económica del estado de Morelos y, por supuesto, para los proveedores que, habiéndose instalado alrededor de la planta de Nissan, hoy van a tener que replantear sus planes de negocio y determinar si se quedan ahí o emigran hacia Aguascalientes para mantener sus líneas de producción y el mercado en el que hasta este momento se habían apoyado", señaló Pedro Tello.
Este movimiento se da en un contexto de tensión para la industria automotriz mexicana. A nivel internacional, se discuten nuevos aranceles, presiones políticas para regresar la producción a Estados Unidos y reconfiguraciones en los tratados comerciales. Las decisiones que se tomen próximamente en torno al T-MEC y los incentivos fiscales en EE.UU. podrían influir en el rumbo de otras armadoras establecidas en México.
El caso de Nissan representa un llamado de atención para el sector automotriz nacional, que deberá adaptarse a las nuevas condiciones del mercado global y redefinir sus estrategias si desea mantener su posición en la cadena internacional de valor.
