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En entrevista para MVS Noticias con Manuel López San Martín, Óscar Balderas, periodista especializado en temas de seguridad y narcotráfico, habló sobre el caso de Adán Augusto López y Hernán Bermúdez.
La sombra de “La Barredora” se cierne sobre la figura del exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, a raíz de los vínculos que lo unen con Hernán Bermúdez Requena, presunto cabecilla de una organización criminal surgida desde el poder político en Tabasco.
La historia del grupo criminal conocido como “La Barredora” apunta a una génesis atípica: no fue una estructura delictiva que buscó al poder político, sino una organización construida desde el propio gobierno local para operar como una maquinaria de extracción de recursos, principalmente a través del robo de combustible en el marco del megaproyecto de la refinería de Dos Bocas. Así lo expuso el periodista Óscar Balderas.
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Según el análisis presentado, Hernán Bermúdez Requena, secretario de Seguridad en el gobierno de Adán Augusto López en Tabasco, lideró esta estructura criminal que más tarde se ramificó a otros mercados ilícitos, como el tráfico de personas y el narcomenudeo de metanfetaminas.
Para Balderas, resulta poco creíble que López Hernández, exgobernador y exsecretario de Gobernación, no conociera las actividades de su hombre de confianza, considerando los vínculos de décadas entre ambos y el entorno cerrado de la política tabasqueña.
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"Muy difícil pensar que no tenía conocimiento, o al menos que no había escuchado los rumores acerca de su mano derecha. Porque, además, la política en Tabasco es un microcosmos, todo mundo se conoce y se conocen los detalles de las vidas personales, profesionales, las relaciones de poder. Es poco creíble que Adán Augusto no conociera de estos señalamientos", aseguró el periodista.
¿Qué papel jugó Adán Augusto en la creación de “La Barredora”?
La organización “La Barredora” habría reclutado a disidentes del Cártel Jalisco Nueva Generación para consolidarse como una estructura sin una cabeza visible clara, pero con operaciones violentas orientadas a generar miedo y reconocimiento social, similar a otros grupos emergentes del crimen organizado. En lugar de líderes notorios, su figura central habría sido Bermúdez Requena, apodado el “Comandante H”.
"Hay que entender la génesis de 'La Barredora'", señala Balderas. "A diferencia de muchos otros grupos criminales que fueron creados por liderazgos delictivos y que luego fueron buscando asociaciones con el poder político, aquí sucede al revés. Es el poder político el que empieza a reclutar liderazgos delictivos para poder hacer un negocio que en la parte operativa era muy sencillo: vamos a colgarnos de uno de los proyectos emblemáticos del entonces presidente López Obrador, que era la refinería de Dos Bocas, y desde ahí vamos a succionar los recursos naturales del país, el petróleo, y con eso vamos a crear una gran estructura criminal multimillonaria", agregó.
"Para lograrlo, bueno, lo que hicieron es que Bermúdez, Ramón Bermúdez y su otro grupo compacto, que además seguía siendo el grupo compacto de Adán Augusto, fue buscar a liderazgos dentro del Cártel Jalisco Nueva Generación que no estuvieran de acuerdo en cómo se estaba llevando en ese momento esa empresa criminal, que salen, se escinden del CJNG y entonces fundan La Barredora de Tabasco", indicó.
"En lo alto siempre ha estado Hernán Bermúdez Requena, el 'Comandante H'", afirmó.
El escándalo se agrava por la tardía actuación de las autoridades. A pesar de haberse emitido una orden de aprehensión contra Bermúdez, la Unidad de Inteligencia Financiera tardó más de cinco meses en congelar sus cuentas. Esto genera dudas sobre si hubo omisiones intencionales que permitieran su escape, alimentando la percepción de impunidad cuando los presuntos responsables están ligados a figuras de alto nivel político.
Además del huachicol, la estructura de “La Barredora” habría extendido su influencia al tráfico de migrantes en el corredor del Golfo y a la distribución de cristal. Esta diversificación delictiva refuerza la necesidad de una investigación profunda, imparcial y ajena a complicidades políticas.
La gran interrogante sigue sin respuesta: ¿fue Adán Augusto López un alto mando en una estructura criminal mientras ocupaba uno de los cargos más poderosos del gobierno federal? Las investigaciones deben esclarecer este posible nexo entre el poder político y el crimen organizado para evitar que la narrativa del narcoestado se consolide.
"Si se confirma que Adán Augusto era un cofundador de 'La Barredora' de Tabasco, es demoledor. Porque estamos hablando de que era un liderazgo criminal. Él era una parte de la estructura y fue secretario de Gobernación, la mano derecha del presidente.
Y evidentemente, esta es la narrconarrativa que está metiendo Donald Trump a la fuerza: que en México somos un narcoestado, es decir, que las instituciones están cooptadas. Que no hay político, por más alto que se encuentre en el poder ejecutivo, legislativo o judicial, que no tenga tratos con el crimen organizado", concluyó Óscar Balderas.
