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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Rodrigo Pérez-Alonso González, socio de Norther Latam y ex director general de la Cámara Nacional de Aerotransportes, mencionó por qué Estados Unidos presiona a México por medida de AMLO de trasladar operaciones aéreas del AICM al AIFA.
Alonso González explicó que la administración estadounidense podría aplicar sanciones comerciales tras detectar posibles violaciones al acuerdo bilateral en materia aérea.
México ya ha enfrentado en el pasado revisiones técnicas por parte de la Administración Federal de Aviación de EE.UU. (FAA). En 2021, perdió la categoría 1 en seguridad aérea debido a deficiencias regulatorias. “Eso causó un problema para las rutas entre Estados Unidos y México por casi 23 meses”, recordó Pérez-Alonso. Esa calificación técnica está ligada a los estándares de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), fundamentales para operar vuelos internacionales.
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Pero esta vez, el conflicto es de otro tipo. “Ahora estamos en una disputa comercial. Estados Unidos alega que México violó el acuerdo bilateral al mover de manera unilateral slots del AICM al AIFA, y al trasladar la carga aérea sin justificación”, explicó.
¿Por qué le importa tanto a Estados Unidos?
La razón es clara: el mercado aéreo entre ambos países es el más grande del mundo, con más de 35 millones de pasajeros al año en rutas como Nueva York–CDMX o Houston–Cancún. “Bajo la política de ‘America First’, Estados Unidos busca proteger sus intereses. Alegan que México está rompiendo las reglas del juego”, advirtió Pérez-Alonso.
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¿Qué sanciones enfrentaría México?
De continuar esta política, EE.UU. podría implementar hasta cuatro medidas contra la aviación mexicana:
- Bloqueo de nuevas rutas hacia territorio estadounidense.
- Aprobación previa obligatoria de itinerarios para aerolíneas mexicanas.
- Revisión de la inmunidad antimonopolio entre Delta y Aeroméxico, alianza que representa el 40% de los ingresos de esta última.
- Restricciones operativas, afectando directamente los ingresos y rutas de compañías como Aeroméxico y Volaris.
“Esto crea un problema serio, sobre todo para Aeroméxico, cuyo 40% de sus ingresos provienen de vuelos a EE.UU.”, subrayó el experto.
Pérez-Alonso también destacó que el problema de fondo es la saturación del AICM. “Ha sido declarado así al menos en dos ocasiones. Tras la cancelación de Texcoco, el gobierno tomó medidas como mover la carga al AIFA, pero eso es como ponerle parches a una prenda vieja”, opinó.
Sobre la viabilidad de regresar operaciones de carga al AICM, fue tajante: “Operativamente y en términos de seguridad, no conviene. El AICM no puede con esa carga”.