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En entrevista con Pamela Cerdeira, para MVS Noticias, Enrique Riveros, expresidente de la Asociación de Agricultores en Culiacán, habló de por qué Estados Unidos aplica arancel del 17.09% al jitomate mexicano.
Esta es una medida que, según Riveros, responde a una acusación de dumping impulsada por productores de Florida. “Está muy complicado el tema, no sabemos realmente cómo va a funcionar esto”, expresó al señalar que no se trata de una estrategia clara ni de una nueva guerra arancelaria, sino de una acción específica relacionada con el llamado “acuerdo de suspensión” vigente desde 1996, renovado en 2019.
¿Qué representa este nuevo arancel?
De acuerdo con el exportador, la cuota del 17.09% no es un arancel, sino una compensación por la presunta venta del jitomate mexicano por debajo del costo de producción, lo que productores estadounidenses califican como dumping, aunque Riveros asegura que la acusación carece de fundamentos: “Decir que vendemos más barato de lo que nos cuesta producir no es cierto”, sostuvo.
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El mercado del jitomate es volátil y altamente perecedero. Riveros explicó que los precios pueden cambiar hasta cuatro veces en una semana, y los productores se ven obligados a vender según la situación del mercado: “Hay ocasiones en las que ya tienes el producto allá y ni modo, hay que venderlo y mandar la siguiente carga”.
¿Cómo impacta la cuota al comercio agrícola?
El 85% al 90% del jitomate producido en Sinaloa se exporta a Estados Unidos, lo que hace que esta cuota impacte directamente al comercio agrícola regional. Aunque la medida busca proteger a los productores estadounidenses, Riveros advierte que ellos tampoco saldrán beneficiados: “Estados Unidos no produce lo que consume, no hay ningún país que pueda ofrecer lo que México da en volumen, calidad y variedad”.
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Además, explicó que si los precios suben por factores como bajas cosechas o fenómenos meteorológicos en Florida, el mercado estadounidense seguirá dependiendo del jitomate mexicano, solo que ahora con un costo adicional del 17%.
Respecto a buscar otros mercados, Riveros fue tajante: “¿Cómo le vas a hacer? De Europa mandas en barco y pues échale veintitantos días. Necesitaríamos una carretera a Europa o una flotilla de aviones en el campo”.
Finalmente, reconoció que aunque el mercado se ajustará con el tiempo, en el corto plazo habrá “golpes y descalabros” para el sector. “Esto va a mover el tapete, pero en cinco o diez años estaremos igual que ahora”, concluyó.
