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En su colaboración para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Jorge Andrés Castañeda, fundador de Kairós Consultores, habló sobre el anuncio de Donald Trump respecto a un arancel del 17% al jitomate mexicano.
La imposición de un nuevo arancel de 17% a las exportaciones mexicanas de tomate hacia Estados Unidos reaviva una disputa comercial de larga data entre ambos países.
Jorge Andrés Castañeda explicó que esta medida tiene su origen en antiguas acusaciones de dumping por parte de productores de Florida desde los años noventa, señalando que México vendía tomate por debajo del precio de mercado.
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El analista recordó que esta llamada “guerra del tomate” ha tenido varios episodios. En 2019, durante la primera administración de Donald Trump, ya se había aplicado un arancel similar, aunque tras negociaciones se restablecieron las exenciones. Ahora, tras expirar un acuerdo temporal de 90 días, el impuesto vuelve a entrar en vigor.
"Desde 2019, ya en la primera presidencia de Donald Trump, se puso una cuota antidumping del 17.5% a las importaciones mexicanas, lo que generó, en ese momento, la 'Guerra del Tomate'. Eventualmente, digamos, se llegó a un acuerdo y se restablecieron las exenciones para el tomate mexicano", explicó el especialista.
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Según el analista, cerca del 80% del tomate que México produce se exporta a Estados Unidos, lo que representa un mercado de más de 3 mil millones de dólares anuales.
Sin embargo, el volumen de producción estadounidense no es suficiente para satisfacer su demanda interna, lo que convierte al producto mexicano en esencial. Aun así, esta presión desde Florida, respaldada por una narrativa proteccionista, ha motivado nuevos intentos de frenar las importaciones mexicanas.
Sinaloa en riesgo por nuevo arancel de Trump al jitomate mexicano
Castañeda también subrayó que gran parte de las exportaciones mexicanas de tomate provienen de Sinaloa, estado que ya enfrenta retos económicos y sociales, por lo que un impacto directo en esta industria podría traducirse en pérdida de empleos y reducción en ingresos para miles de trabajadores del campo.
"Estados Unidos importa casi todo el tomate que consume, y casi todo viene de México. O sea, no les alcanza. Son 3 mil millones de dólares de exportaciones. Es lo que les mandamos. Nosotros mandamos casi el 80% de nuestros tomates a Estados Unidos. Y de todo el tomate que ellos importan, porque no les alcanza, casi todo viene de México. De estos grandes productores del norte del país, de Sinaloa, grandes empresas americanas son las grandes exportadoras, que compran a productores nacionales y exportan el tomate allá", señaló Castañeda.
"El tomate en particular, no tiene un efecto macro en el mundo ni en Estados Unidos, pero tendría un efecto muy grave en México. Si de por sí el querido estado de Sinaloa la ha estado pasando mal por muchas razones, ya vimos los datos económicos, por la violencia, etcétera, el tomate es una exportación muy importante del estado de Culiacán. Y se vería muy afectado. Sí habría una afectación a la gente que trabaja en toda la cadena de valor agroindustrial", advirtió el experto.
"El tomate es bastante relevante en el caso de Sinaloa, que es el estado con el mayor desarrollo de agroindustria del país. Entonces, para Sinaloa sí sería preocupante", aseguró.
El analista consideró probable que Donald Trump, en caso de avanzar en su nueva candidatura presidencial, utilice esta medida como táctica política más que como una estrategia económica duradera. Aun así, el daño podría consolidarse antes de cualquier marcha atrás.
Por último, destacó que mientras más productores mexicanos logren adherirse al T-MEC, menor será el impacto de medidas arancelarias futuras. Actualmente, muchos productos, incluyendo el tomate, quedan fuera de los beneficios del tratado por no cumplir con ciertos requisitos técnicos.