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En entrevista para MVS Noticias con Manuel López San Martín, Ezra Shabot, colaborador de MVS Noticias, habló del acuerdo que Ovidio Guzmán firmó con autoridades de Estados Unidos, el cual podría tener consecuencias directas en la política mexicana. Se trata de una bomba de tiempo para quienes estuvieron involucrados en estructuras de poder y crimen organizado en el país.
“Ovidio tiene ahora todo el poder”, señaló Shabot al analizar el papel que podría tener el hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán como testigo protegido.
“De un momento para otro, estos testigos protegidos se convierten de grandes criminales acusados a fiscales”, explicó, y advirtió que cualquier nombre que él mencione podría desatar una tormenta en la política nacional:
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“Si se le ocurre a Ovidio decir que López Obrador, o Alfonso Durazo, o el nombre que él quiera escoger ha sido parte del crimen organizado, ahí está como un elemento que adquiere credibilidad por el simple hecho de haber pasado de las filas de la delincuencia a las de la colaboración”.
Juicio a Ovidio Guzmán un 'cobro de cuentas'
Shabot recordó que en Estados Unidos los testimonios tienen un gran peso jurídico, incluso si no van acompañados de pruebas físicas o documentales. “No pregúntenle a García Luna, que lo van a meter mil años a la cárcel por testimonios, nada más”, apuntó.
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Para el analista, este proceso judicial representa también una especie de “cobro de cuentas” del gobierno estadounidense hacia México, luego de experiencias fallidas como el caso Cienfuegos.
“Hoy se la están cobrando directamente al gobierno mexicano”, sentenció, pese a que se trata de otra administración tanto en México como en EU.
A su juicio, el Cártel de Sinaloa, encabezado por figuras como Ovidio Guzmán o Ismael “El Mayo” Zambada, alcanzó niveles de poder que no se explican sin la protección institucional: “Tenían en su bolsa a gobernadores, a sectores del mundo militar… se optó por negociar en lugar de enfrentarlos”.
Impacto del acuerdo de Ovidio Guzmán con EU
El impacto de las declaraciones de Ovidio podría afectar incluso la percepción internacional sobre la estabilidad del país. “Ya no es solo la desconfianza del gobierno de Estados Unidos hacia México, sino de todos aquellos que tienen que ver con inversiones… si están garantizadas o si el crimen organizado tiene capacidad de decisión”, advirtió.
El proceso contra Ovidio Guzmán continuará en los próximos meses. Su próxima audiencia está programada para dentro de seis meses, mientras que la de su hermano Joaquín Guzmán López será el 15 de septiembre. “Veremos cuántos resultan implicados, salpicados o enlodados por lo que se diga en los juicios”, concluyó Shabot.