Audio relacionado
En entrevista para MVS Noticias con Luis Cárdenas, Luis Fernando Hernández, psicólogo experto en derecho, regulación y normas, abordará el Día Mundial sin Tabaco, conmemorado el pasado 31 de mayo.
A pesar de los esfuerzos internacionales por combatir el tabaquismo, el número de fumadores en el mundo se ha mantenido relativamente estable durante más de una década. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 1,250 y 1,300 millones de personas siguen fumando, con una leve baja durante la pandemia que ha vuelto a repuntar.
Luis Fernando Hernández explicó que el mayor problema radica en el contacto directo con el humo del tabaco, ya que su combustión libera múltiples sustancias nocivas relacionadas con enfermedades como el cáncer de pulmón. Este tipo de cáncer, además de tener un tratamiento costoso y limitado en efectividad, afecta sobre todo a personas de bajos recursos, lo que implica una fuerte carga para los sistemas de salud pública.
Te podría interesar
Desde 2003, la OMS impulsa un convenio marco para reducir la exposición al humo, promoviendo políticas que eliminan o disminuyen su contacto. En ese contexto, algunas industrias han desarrollado productos alternativos que imitan el acto de fumar sin combustión, con el objetivo de reducir los daños a la salud sin frenar completamente el consumo.
Hernández destacó que el tabaquismo es más complejo que una simple adicción a la nicotina. Existen factores conductuales asociados al acto de fumar, como sostener el cigarro, encenderlo o compartirlo en contextos sociales, que dificultan dejar el hábito. Por ello, las estrategias más efectivas son aquellas que sustituyen la conducta, no sólo el componente químico.
Te podría interesar
"La nicotina activa ciertos receptores del organismo y genera una serie de respuestas en la persona", señaló Luis Fernando Hernández.
"La forma más adecuada para poder dejar de fumar es sustituir la conducta de fumar por algo parecido a fumar pero con un sustituto que no exponga al daño del humo", indicó.
El tabaco, además, sigue siendo un producto con fuerte presencia económica en países como China, Argentina, Estados Unidos, México y Cuba. Su cultivo, comercio y consumo representan una industria que va más allá de las grandes tabacaleras, alcanzando incluso mercados de lujo, como el de los puros cubanos.
En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, Hernández subrayó la importancia de reducir el impacto del tabaquismo en la salud pública mediante herramientas eficaces para deshabituar a los fumadores. El reto es doble: proteger la salud sin ignorar las dimensiones sociales, culturales y económicas que giran en torno al consumo de tabaco.